En su último discurso Kazajistán, el papa Francisco pidió a líderes mundiales que se comprometan “en favor de la paz y no de las armas”.
El papa leyó su discurso tras la aprobación de la Declaración Final de este congreso firmada por él y por la mayoría de los 80 representantes de las delegaciones presentes, procedentes de 50 países, en el congreso interreligioso que se celebra en Nursultán cada tres años. Pero no se ha informado de quienes no firmaron.
El papa habló de nuevo de la “locura insensata de la guerra“, aunque sin citar el conflicto en Ucrania provocado por la invasión rusa, y recordó que este congreso surgió tras los ataques del 11S en Estados Unidos en 2001, “ante el clima incendiario que la violencia terrorista quería provocar y que amenazaba con hacer de las religiones un factor de conflicto”.