El subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Alejandro Encinas, afirmó que los responsables de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa fue ordenada por el entonces edil de Iguala, José Luis Abarca, y por los líderes del grupo criminal Guerreros Unidos.
Estamos diciendo quiénes dieron la orden. Participa A1, presuntamente José Luis Abarca, los dirigentes de Guerreros Unidos, y en coalición con algunas otras autoridades, que es lo que forma parte de la investigación.
Tenemos evidencia de la coalición de autoridades donde A1 y líderes de Guerreros Unidos ordenaron recuperar la mercancía y darles su merecido y un escarmiento ejemplar a los estudiantes”, dijo Encinas.
Insistió ayer en que sí existen diferencias entre la versión dada a conocer en la administración pasada sobre la desaparición y asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa y las conclusiones que presentó la comisión que él encabeza.
La noche del 26 de septiembre fueron detenidos en varios episodios por parte de autoridades policiacas, en ningún momento estuvieron todos juntos, fueron asesinados en diferentes lugares y por ello se buscan sus restos en diversos puntos de Guerrero.
Señaló las diferencias entre la llamada verdad histórica y la versión de las actuales autoridades.
La verdad histórica dice que los 43 estudiantes fueron detenidos, ejecutados y quemados en el basurero de Colula y esparcidos sus restos en el río San Juan, lo cual no es cierto.
Era tal la magnitud de movilización de sicarios y el número de muchachos que pretendían desaparecer que se reubicaron en distintos puntos donde están los testimonios, es el río Baldas, el pozo de Río Viejo, hacia la mina hacia Taxco y mandaron cocinar a diez de los estudiantes e incluso hay la información corroborada también con llamadas al teléfono de emergencias 089, donde se acredita que presuntamente seis de los estudiantes de los 43 desaparecidos estuvieron retenidos durante varios días y con vida en una que llaman la bodega vieja”, puntualizó.
Encinas recalcó que a los normalistas se les dio seguimiento por parte de corporaciones militares y policíacas durante varios días antes de que fueran privados de la libertad, por lo que no se puede decir que fue un hecho improvisado.
La verdad histórica dice que la desaparición fue un hecho fortuito. Es absolutamente falso, ya que todas las autoridades tuvieron conocimiento de la movilización de los muchachos desde días antes de la salida de la normal hasta su desaparición.
La verdad histórica dice que los estudiantes fueron llevados a la comandancia municipal de Iguala, eso es falso, nunca estuvieron juntos”, afirmó Encinas.
Insistió en que se trató de un crimen de Estado porque las Fuerzas Armadas y las corporaciones policiacas tuvieron conocimiento durante días de los movimientos de los normalistas gracias a que un soldado se encontraba infiltrado entre ellos para informar sobre los movimientos que desarrollaban.
Excelsior