Guionista de profesión, la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, pasó de los bastidores al centro de la escena política desde la invasión rusa, haciendo oír su voz para abogar por su país.
A diferencia del presidente Volodímir Zelenski, Olena se mostró poco dispuesta a ocupar posiciones públicas.
Al comienzo de la ofensiva rusa, que comenzó en febrero pasado, pasó varias semanas escondida, moviéndose de un refugio a otro mientras las tropas de Moscú se acercaban a Kiev.
“Siempre fui una personalidad no pública y no me gusta la atención extra que se me presta”, comentó a la revista francesa Elle unos meses antes de la invasión.
Licenciada en Arquitectura, Olena Kiachko, su apellido de soltera, creció en Kryvy Rig, en el centro de Ucrania, de donde también proviene su marido.
“En dos años y medio como primera dama, muchas cosas cambiaron para mí. Soy consciente de que el destino me brinda una oportunidad única de comunicarme con la gente”, añadió.
La pareja se conoció cuando tenían 17 años y su amistad se convirtió en romance cuando comenzaron sus carreras en la industria del entretenimiento, él como comediante y ella escribiendo sus chistes.
El 24 de febrero, cuando comenzó la ofensiva, Olena se resguardó y puso fin a sus campañas sociales y a la promoción de su país.
“No voy a entrar en pánico y llorar. Estoy tranquila y tengo confianza”, aseguró en un mensaje en Facebook ese día.
SIN DESEO DE SER PRIMERA DAMA
Volodímir y Olena se casaron en 2003, antes de mudarse a Kiev, donde dio a luz a Oleksandra, ahora de 17 años, y a Kyrylo, de nueve.
Desconocida para el público en el momento de la elección de su marido en 2019, Olena aseguró que su esposo no le avisó cuando decidió competir por la presidencia.
La mujer, de 44 años de edad, se enteró como todos los demás en las redes sociales, y le resultaba difícil apoyarlo en los eventos oficiales.
Excelsior