Una caravana de más de 3,000 migrantes, en su mayoría venezolanos, se dispersó ayer sábado en el sur de México luego que autoridades migratorias empezaron a entregarles salvoconductos que les permiten transitar un mes por el país sin ser detenidos.
El colectivo, el octavo en lo que va de 2022, había partido el viernes desde la fronteriza Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, con dirección al centro de México exigiendo que autoridades del país les faciliten su camino hacia la frontera con Estados Unidos.
La mayoría de la gente se dispersó, se están abriendo, porque ellos querían su permiso y seguir adelante», informó a la AFP Jonathan Ávila, uno de los siete venezolanos que organizaron la movilización.
Según el sudamericano, el Instituto Nacional de Migración (INM) había entregado hasta el momento unos 1.500 permisos, pero existía incertidumbre entre aquellos que aún no contaban con el documento.
Excelsior