Una infección de vías urinarias es la que se produce en cualquier parte del sistema urinario: los riñones, la vejiga y la uretra, y la forma de reducir el riesgo por una infección son: beber agua, limpieza, evitar productos femeninos irritantes, entre otros, así lo informó la Secretaría de Salud del estado de Querétaro.
La infección que se limita a la vejiga puede ser dolorosa y molesta; sin embargo, puede tener consecuencias graves si se extiende a los riñones. Estos problemas de salud suelen producirse cuando ingresan bacterias en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse en la vejiga.
Cabe señalar que aunque el sistema urinario está preparado para impedir el ingreso de estos invasores microscópicos, estas defensas a veces fallan. Cuando esto ocurre, las bacterias pueden proliferar hasta convertirse en una infección totalmente desarrollada en las vías urinarias.
Las infecciones de las vías urinarias no siempre causan signos y síntomas, pero cuando se presentan son los siguientes: necesidad imperiosa y constante de orinar; sensación de ardor al orinar; la orina es de aspecto turbio; orinar de forma frecuente en pequeñas cantidades; orina de color rojo, rosa brillante o amarronado (un signo de sangre en la orina); con olor fuerte la orina y dolor pélvico en las mujeres, especialmente en el centro de la pelvis y alrededor de la zona del hueso púbico. Ante la presencia de síntomas se debe acudir a revisión médica.
Cuando se tratan de manera rápida y adecuada, es poco frecuente que las infecciones de las vías urinarias inferiores tengan complicaciones; no obstante, si una infección de las vías urinarias no se trata, puede tener consecuencias graves.
Las complicaciones de una infección de las vías urinarias pueden incluir lo siguiente:
- Infecciones recurrentes, especialmente en mujeres que sufren dos o más infecciones de las vías urinarias en un período de seis meses, o cuatro o más a lo largo de un año.
- Daño renal permanente debido a una infección renal aguda o crónica (pielonefritis) provocada por una infección de las vías urinarias sin tratar.
- Mayor riesgo en las embarazadas ya que se puede presentar un bebé de bajo peso al nacer o prematuro.
- Septicemia, una complicación mortal de una infección, especialmente si la infección se extiende por las vías urinarias hasta los riñones.