El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inició el jueves una gira de cinco días por Centroamérica y Cuba arremetiendo contra el Gobierno de Estados Unidos. Sus duras críticas se dirigieron a los funcionarios, por apresurarse a destinar miles de millones de dólares a Ucrania mientras demoran la ayuda al desarrollo a América Central.
En su primera parada en la vecina Guatemala, el mandatario mexicano reclamó la colaboración de Washington para atajar la pobreza y el desempleo que llevan a decenas de miles de guatemaltecos hacia el norte, a la frontera con Estados Unidos. López Obrador se enojó por el rechazo estadounidense a sus pedidos de ayudas para expandir su programa de reforestación a la región.
“Son cosas distintas y no se debe de comparar. pero ya se aprobaron más de 30 mil millones de dólares para la guerra en Ucrania y llevamos cuatro años, desde que estaba el Presidente Donald Trump, planteando que se apoye con cuatro mil millones de dólares y, hasta el día de hoy, nada, absolutamente nada”, dijo López Obrador.
Su programa estrella, Sembrando Vida, paga un salario mensual a los agricultores para plantar y cuidar árboles frutales y madereros en sus tierras.
México pidió al Gobierno estadounidense que contribuya a financiar el proyecto, algo que por el momento no ha sucedido. El país promociona otro programa de aprendizaje para jóvenes en empresas, Jóvenes Construyendo el Futuro. Los críticos sostienen que ambas iniciativas carecen de transparencia.
Tanto geográfica como metafóricamente, México está encajonado entre Estados Unidos y el resto de Latinoamérica. López Obrador ha desviado las críticas, que se remontan al Gobierno del expresidente Trump, de que su Gobierno hace el trabajo sucio de Washington al tratar de frenar a los migrantes antes de que alcancen la frontera.
En Centroamérica, el mandatario será recibido en parte como un emisario estadounidense en lo relativo a la política migratoria.
Antes de la Cumbre de las Américas que se celebrará en junio en Los Ángeles, el Gobierno estadounidense ha tratado de crear consenso para concretar un enfoque regional en la gestión de los flujos migratorios. En los últimos años, un gran número de centroamericanos, así como haitianos, cubanos, venezolanos, colombianos y migrantes llegados de otros continentes, han cruzado el continente rumbo al norte.
La visita ofrece a López Obrador la oportunidad de mostrar cierta independencia de Estados Unidos. El Presidente mexicano ha criticado su bloqueo económico a Cuba y señaló que dijo a los funcionarios estadounidenses que ningún país debe ser excluido de la Cumbre de las Américas. El Gobierno de Joe Biden apuntó que Cuba, Venezuela y Nicaragua no estarán invitadas.
Giammattei, por su parte, ha recibido presiones de Washington por haber retrocedido en la lucha contra la corrupción en el país, una campaña clave para la imagen de AMLO en México.
López Obrador visitará también El Salvador, Honduras y Belice, aunque su última parada, en Cuba, será la más simbólica. Su Presidente, Miguel Díaz-Canel, visitó México el año pasado con motivo de los actos para conmemorar su independencia.
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