Las autoridades de la Ciudad de México retiraron tras varias horas de trabajo la icónica palmera que durante casi 100 años dio nombre a la Glorieta de la Palma de Paseo de la Reforma, una de las avenidas más transitadas de la capital.
“A pesar de que se estuvo interviniendo con especialistas no pudo salvarse y ya, la palma que está muerta, no se puede quedar en este lugar porque puede ser riesgosa para la población”, dijo la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y recoge un comunicado.
Los trabajos para el retiro de la palmera en la Glorieta de la Palma empezaron en la noche del domingo y concluyeron alrededor de las 03:00 h de este lunes.
La especie será trasladada al Vivero Nezahualcóyotl, donde recibirá un tratamiento y, posteriormente, se intervendrá por jóvenes artistas para su exhibición.
“Se está pidiendo a la gente que conozca cuáles son la propuestas de las especies, algunas son nativas de México, otras no, para que se decida cuál es el mejor árbol que pueda quedar en este sitio”, agregó Sheinbaum.
Sheinbaum explicó que la gigantesca palma estuvo sujeta a distintas enfermedades debido a que no es una especie nativa de la Cuenca del Valle México, por las condiciones de altura de la ciudad y por la contaminación que se ha vivido en los últimos años.
La intervención en esta y otras 12 mil 301 palmeras es parte del programa integral de manejo de palmeras y arbolado del Gobierno de la Ciudad de México, en el que se invierten 60 millones de pesos.
A partir del 25 de abril se abrirá una consulta pública, vía web, para decidir qué árbol va a sustituir la histórica palma del Paseo de la Reforma.
Un homenaje
Este domingo, ciudadanos de la capital se despidieron de la icónica palmera que a lo largo de alrededor de un siglo ocupó la Glorieta de la Palma de Paseo de la Reforma, explicó un boletín de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
“Ha sido la palma amiga que escuchó todas las historias, las historias cercanas y las lejanas, las manifestaciones por las luchas que esta ciudad ha dado y ganado, la que vivió los festejos”, expresó la secretaria del Medio Ambiente capitalina, Marina Robles García.
En el acto, llamado “Palmas a la Palma“, un centenar de personas despidieron a esta palmera que “por casi un siglo echó raíces en suelo mexicano”.
Ello “a pesar de que era originaria de las Islas Canarias y su nombre científico lo revela: Phoenix canariensis. Se trata de la palma más alta y reconocida de Paseo de la Reforma que, por cerca de 100 años, engalanó una de las avenidas más importantes y emblemáticas”, explicó la Sedema.
La palma se ubicó siempre en la glorieta que lleva su nombre, siendo la única rotonda del Paseo de la Reforma en la que cuyo monumento ha sido un ser vivo.
López Dóriga Digital