Ansu Fati ha vuelto. El atacante del Barcelona, al que han aplaudido sus compañeros y el cuerpo técnico al saltar al césped, se ha sumado esta tarde a la sesión con el grupo, ha hecho sólo una parte, después de someterse a varias pruebas, en la Ciudad Deportiva, que han confirmado su buena evolución de la lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Su regreso será, no obstante, progresivo. Lleva más de un año enlazando molestias y ni él ni el club quieren más recaídas. No estará contra el Sevilla. Tardará, al menos, un par de semanas en tener minutos.
El atacante se lesionó en enero, en el partido contra el Athletic de Copa del Rey, en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo. El canterano apostó por un tratamiento conservador y rechazó pasar por el quirófano, como le recomendaban desde la entidad, y dos meses y medio después, el culé ya ha superado la dolencia y está entrenándose bajo las órdenes de Xavi.
Antes de caer lesionado, el internacional había participado en 10 encuentros entre todas las competiciones, marcado cinco goles, tres en LaLiga, uno en la Champions League y uno en la Supercopa, y dado una asistencia.
En el Barça nadie quiere correr riesgos con Fati porque encadena una mala racha de lesiones. La temporada pasada, también se la pasó prácticamente en blanco, sólo participó en diez partidos, a causa, especialmente, de la dolencia en la rodilla izquierda que le obligó a pasar varias veces por el quirófano. Este curso, pese a que la entidad ha ido con mucho cuidado en su regreso, ha ido enlazando también molestias y sufriendo recaídas que le han impedido tener continuidad.
Marca Claro.
