La rescatista canina Frida, de 13 años, quien en septiembre de 2017 se convirtió en un símbolo de solidaridad y orgullos por su participación en los rescates tras los sismos, presenta problemas de salud debido a su edad, por lo que se encuentra en supervisión médica.
Frida es una perra de raza labrador que formó parte al selecto grupo del Equipo de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas, a lo largo se su vida, realizó un total de 53 localizaciones de personas.
Participó en el sismo de Haití, en un deslave de Guatemala, en el terremoto de Ecuador en 2016, en los sismos en Oaxaca y la Ciudad de México, así como la explosión de la Torre Pemex.
Todos los días sus veterinarios revisan su corazón y pulmones para atender cualquier cambio y se le atiende de manera especial debido a que es un animal geriátrico que requiere cuidados especiales.
-López Dóriga
