«Tardó solo 19 minutos en perder el primer set 6-1. Medvédev, entre tanto, se ve de lo más calmado. Él está haciendo lo que se supone que debe hacer. Marca el ritmo, se mueve con gran agilidad, clava su revés paralelo… Tiene un juego frío, preciso, implacable». Así define el mítico y legendario Andre Agassi a su rival en la final de Roland Garros 1999 en el ‘best seller’ Open. Es ucraniano, ese día perdería con el norteamericano y sería su mejor momento en la élite. Su nombre: Andréi Medvedev. Y ahora no tiene reparos en sujetar un arma.
Medvedev ahora vive una Guerra injusta e inentendible que golpea a su país. Rusia invade Ucrania y él, como tantas otras estrellas del deporte, ha decidido saltar a defender a Ucrania y la capital, Kiev, mientras resiste los innumerables ataques del Kremlin.
No en vano, Medvedev, que no tiene relación alguna con el que fuese durante la última semana primer jugador en las listas, el ruso Daniil Medvedev, fue capitán del equipo de la Copa Davis. Y es considerado como una de las máximas leyendas recientes del país. Junto a otros deportistas de la raqueta de referencia, como Dolgopolov o Stakhovsky, ha decidido no tener miedo a poder luchar por su país.
Marca Claro.