El presidente de Rusia, Vladimir Putin, denunció este viernes «un agravamiento de la situación» en el este de Ucrania y recriminó a Kiev que no quiera sentarse a negociar con los rebeldes separatistas que controlan Donetsk y Lugansk.
Todo lo que Kiev tiene que hacer es sentarse a negociar con representantes del Donbás y acordar medidas políticas, militares, económicas y humanitarias para terminar este conflicto», dijo Putin, quien se reunió este viernes en Moscú con homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko.
Putin ha planteado que este diálogo debe llegar «cuanto antes, mejor», pero el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se ha mostrado únicamente partidario de recuperar los formatos de negociación internacionales, con presencia también de Rusia.
El mandatario ruso ha acusado a Kiev de incumplir los Acuerdos de Minsk para terminar con el conflicto, lamentando por ejemplo que no se haya enmendado la Constitución para conceder un «estatus especial» a las regiones del este o no se haya avanzando en la convocatoria de elecciones locales o en relación a la «amnistía», informa la agencia Sputnik.
Putin ha sugerido que, fruto de sus acciones, hay «un agravamiento de la situación en el Donbás». En el último día, fuerzas ucranianas y milicias rebeldes se han reprochado mutuamente decenas de violaciones del alto el fuego.
Por su parte, Lukahenko ha aprovechado la ocasión para salir en defensa de su principal aliado, acusando a los gobiernos occidentales de forma «estúpida» por agitar constantemente alertas sobre una inminente invasión militar rusa sobre Ucrania.
El mandatario bielorruso ha aseverado que, «por primera vez en décadas», Europa está al borde de un conflicto que puede extenderse por todo el continente.
Excélsior