Sobre el diamante del estadio de beisbol Héctor Espino, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó seguridad en continuar su mandato hasta 2024 “pero, sobre todo, lo que diga el pueblo”.
Recordó entonces una anécdota de su conocida afición beisbolera: “Hace como seis u ocho años fui a una gira a Tabasco, andaba yo caminando, así como Román (Meyer) –señaló a su funcionario–, con gorra y con lentes, para que no me reconociera nadie, no era yo ni candidato, y me reconoció (un amigo) Valdivia. ‘Oye, Andrés Manuel, yo pensé que ibas a ser pelotero de Grandes Ligas y mira, vas a ser presidente.’ El beisbol es un deporte muy sano, de disciplina, de mucha responsabilidad, como muchos deportes, no es nada más la actividad deportiva, es formarnos como buenos ciudadanos”.
En su periplo por territorio de Sonora, el mandatario se dirigió a Punta Chueca –un extraordinario escenario natural frente a la isla Tiburón (la más extensa en los litorales de México)–, donde acotó la práctica de la caza de borrego cimarrón, una de las especies que con enormes dificultades se recuperó de encontrarse en vías de extinción, y es permitida por las autoridades seris (comca’ac), al proponer que no se autorice la cacería de esos animales, a cambio de retribuirles las ganancias que obtienen por los permisos. Que se organicen safaris fotográficos, les sugirió.
En compañía del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, respondió a las demandas de agua potable extraída de pozo –hay negativa a utilizar agua producida por la desalinizadora, que consideran contaminante–, de pavimentación del pueblo –cuyas amplias calles se convierten en notables polvaredas–, drenaje –los desechos se vierten al Golfo de Cortés– y la construcción de la carretera, sin que esta obra signifique un ecocidio.
Antes, en el legendario escenario de pelota, abrió paso a lo que espera concretar en los próximos tres años. “Dependiendo de lo que diga la naturaleza y el creador, pero no considero que haya problema. Y también, sobre todo, lo que diga el pueblo, pero pienso que voy a terminar mi mandato hasta septiembre de 2024”.
Aportó algunos referentes beisboleros, entre ellos el escritor cubano Leonardo Padura, quien –consideró– merecería el Premio Nobel de Literatura.
Después, en la polvorienta plaza del poblado seri de Punta Chueca, donde el viento arrastraba el pasto artificial tendido en una cancha de futbol, López Obrador retribuyó a las mujeres, niñas, niños y hombres que lo saludaban y abrazaban.
El tabasqueño, acostumbrado y conocedor de la importancia del contacto con los pobres, se acercaba a los comca’ac, que le tomaban fotos, porque una presencia como la de él no la habían tenido. Ningún presidente había llegado a su pueblo antes.
La Jornada