El presidente estadunidense, Joe Biden, advirtió ayer a su par ruso, Vladimir Putin, sobre los “severos costos” que tendría para Rusia invadir Ucrania, al cabo de una jornada de esfuerzos diplomáticos que no consiguieron disminuir las tensiones en torno a esa exrepública soviética y en la que se reveló que el ataque ruso podría iniciar el 16 de febrero.
Putin dijo que la sospecha de un ataque contra Ucrania era una “especulación provocativa” y reiteró que la OTAN ignora las demandas fijadas por su gobierno.
Su asesor, Yuri Ushakov, indicó que durante la conversación telefónica de cerca de una hora, los mandatarios “concordaron en mantener los contactos”.
La Casa Blanca informó por su lado que en esa conversación, Biden volvió a dejar en claro que “si Rusia emprende una invasión, Estados Unidos, junto con sus socios, responderá decisivamente e impondrá rápidos y severos costos a Rusia”.
Reiteró que atacar a Ucrania “produciría un sufrimiento humano generalizado”.
Putin mantuvo una charla previa con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien le advirtió que “un diálogo sincero no es compatible con una escalada militar” en Ucrania, según informó la presidencia francesa.
El Kremlin informó que Putin criticó en esa conversación las “entregas a gran escala de armamento moderno” a Ucrania y aseguró que estas crean “condiciones para posibles acciones agresivas de las fuerzas ucranianas” en el este del país.
Excelsior