Las autoridades de la ciudad de Baise, en el suroeste de China, ordenaron que se queden en casa y que eviten los viajes innecesarios, al tiempo que aplicaron unas medidas que se encuentran entre las más estrictas del país para luchar contra crecientes infecciones locales de covid-19.
Baise con una población de unos 3.6 millones de habitantes y es fronteriza con Vietnam, es minúsculo en comparación con los estándares mundiales, pero las medidas de restricción incluyen la prohibición de viajes no esenciales de entrada y salida, siguen una regla para contener cualquier otro brote.
El esfuerzo con mayor urgencia durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno, comenzaron el viernes y se prolongaran hasta el 20 de febrero, así como la temporada de viajes por las festividades del Años Nuevo Lunar. Así como deportistas en los Juegos, que están celebrando en la capital, Pekín y en la provincia de Hebei, han dado positivo y han sido aislados.
En Baise, en la región de Guangxi, se registraron 99 casos de transmisión doméstica con síntomas confirmados entre el sábado y el lunes, dijo en una rueda de prensa, el subdirector de la comisión regional de salud, Pang Jun.
Al menos diez provincias, regiones y municipios de China continental han detectado infecciones de Ómicron de transmisión local, pero la cifra aún no está clara.
Los residentes deben permanecer en sus casas, excepto cuando vayan a comprar artículos de primera necesidad o hacerse la prueba de covid-19, y deben de optar por la entrega a domicilio en los lugares de comprar en las tiendas cuando sea posible.
También se han suspendido los negocios no esenciales, el trasporte público y las sesiones escolares y se ha retrasado la apertura de los cruces a lo largo de la frontera internacional. Los trabajadores esenciales necesitarán pases especiales para estar dentro de Baise.
-Excélsior
