El sacerdote, identificado por los medios alemanes como Peter H., volvió a cometer abusos en la archidiócesis de Múnich, lo que llevó a que fuera trasladado de nuevo.
Según un demoledor informe elaborado por un despacho de abogados a petición de la Iglesia católica en Alemania y que vio la luz la semana pasada, es “muy probable” que Ratzinger estuviera al corriente de ese caso y de otros tres similares y no actuara al respecto.
Además, según el informe, Ratzinger faltó a la verdad al afirmar en su posicionamiento que no estaba presente en la reunión de enero de 1980, ya que según las actas intervino en ella y no figuraba como ausente.
De acuerdo con las declaraciones del papa emérito citadas por CNA, ello se debe a “un error sin mala intención” que ocurrió durante el proceso de redacción de su posicionamiento frente a las alegaciones, un texto de 82 páginas.
El secretario privado de Ratzinger, Georg Gänswein, agregó que más adelante el papa emérito presentará una reacción más elaborada ante el informe, pero que por el momento la lectura del documento le llena de “vergüenza y dolor“.
En los últimos días se han sucedido las críticas al comportamiento del papa emérito, que fue tildado de “desastroso” por el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing.
El obispo de Aquisgrán, Helmut Dieser, reclamó en un sermón que Ratzinger asuma la responsabilidad que le corresponde.
“No puede ser que los responsables se escabullan con referencias a que no sabían nada o a que entonces había otra situación u otros procedimientos,” afirmó.
“Porque ese es el motivo por el que entonces no se detuvo a los perpetradores y se siguió abusando de niños,” agregó, según declaraciones citadas por la cadena pública ARD
López Dóriga Digital