Este miércoles, el tribunal de Moscú ordenó el cierre del Centro de Derechos Humanos Memorial de Rusia, un día que su organización hermana, el grupo de derechos humanos más antiguo del país, se viera obligada a cerrar.
El Centro de Derechos Humanos mantiene una lista de personas que clasifica como presos políticos, incluido el crítico del presidente Vladimir Putin, Alexei Navalni, en el cual también se incluye a los testigos de Jehová y a los musulmanes condenados por terrorismo que, según Memorial, fueron víctimas de “acusaciones no probadas basadas en pruebas fabricadas a causa de su afiliación religiosa”.
Además, la oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra dijo que los tribunales rusos habían decidido “disolver dos de los grupos de derechos humanos más respetados del país y debilitar aún más la limitada comunidad de derechos humano”.
Los fiscales estatales habían dicho que el trabajo del centro Memorial justificaba el terrorismo y el extremismo, algo que este negaba.
Asimismo, acusaban al grupo de no etiquetar sistemáticamente su contenido como el de un “agente extranjero”, una designación oficial con connotaciones peyorativas de la era soviética que se le dio en 2014.
No hubo comentarios inmediatos del Kremlin, que dice no interferir en las decisiones judiciales.
Anna Dobrovolskaya, directora ejecutiva del centro, dijo que afuera del tribunal que las autoridades parecían decididas a purgar todos los grupos de derechos humanos, empezando por el Memorial.
-Excélsior
