La variante ómicron del covid-19 representa una proporción cada vez mayor de las nuevas infecciones de coronavirus en Estados Unidos, según cifras oficiales del país, mientras las autoridades han intentado dar calma a la población e insistiendo en promover la vacunación contra la pandemia en fechas de alta afluencia de personas.
La variante ómicron representó 59 por ciento de los casos nuevos en Estados Unidos durante la semana que concluyó el 25 de diciembre, según datos actualizados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Esa última cifra representa un aumento del 23 por ciento comparado con la semana previa.
Los CDC revelaron la semana pasada que ómicron ya representaba una mayoría de los casos nuevos en el país, pero la agencia dijo hoy que redujo de forma significativa ese cálculo previo basado en datos adicionales que recopiló. Aún así, sostienen que ómicron cada vez representa una mayor proporción de casos.
La rápida propagación sucede después de que el primer caso confirmado de ómicron en Estados Unidos se identificara a principios de mes. Estudios han proporcionado indicios preliminares de que es menos severa que la variante Delta.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer en la Casa Blanca que «ómicron es una fuente de preocupación, pero no debería ser una fuente de pánico».
El mandatario estadunidense dijo eso en una videoconferencia con una veintena de gobernadores y asesores sanitarios, los cuales analizaron principalmente la pandemia del coronavirus.
Milenio
