Bélgica suspendió el cierre de teatros y salas de espectáculos que había anunciado la semana pasada el primer ministro Alexander De Croo como medida para frenar la propagación de la variante Ómicron del covid.
El gobierno belga decidió el 22 de diciembre el cierre de salas de espectáculo, teatros y cines, lo que desencadenó la ira del mundo de la cultura. Miles de personas (5 mil según la policía) se manifestaron el domingo en Bruselas contra esta medida.
El Consejo de Estado, la máxima instancia jurídica administrativa de Bélgica, consideró que las autoridades no habían demostrado «en qué sentido las salas de espectáculo del sector cultural serían lugares especialmente peligrosos para la salud y la vida de las personas por favorecer la propagación del coronavirus, hasta el punto de que sea necesario ordenar su cierre».
Esta decisión concierne a los teatros y salas de espectáculos, pero no los cines, ya que fue un productor de espectáculos quien lanzó el requerimiento de urgencia ante el Consejo de Estado.
Sin embargo, hay otros recursos en marcha que pueden acabar de la misma manera, por la jurisprudencia de esta sentencia.
La decisión de suspensión, que no puede ser recurrida por el gobierno, es de aplicación inmediata.
Excélsior