Este lunes, un exalumno de 18 años se “hizo estallar” en una escuela ortodoxa rusa situada junto al convento Vvedensky Vladychny, del siglo XIV, en la localidad de Serpujov, a unos 100 kilómetros al sur de la capital rusa, informó el Ministerio del Interior de la región de Moscú en un comunicado.
Una representante de la comisión de investigación, Olga Vradii, dijo que el sospechoso, herido en la explosión, “está en cuidados intensivos” y por tanto “los investigadores no han podido trabajar con él”, Olfa dijo que, el agresor “quería suicidarse” haciéndose estallar.
Además, “hay diez niños heridos”, pero “nada amenazaba sus vidas”, informó la comisionada regional para los derechos de los niños, Ksenia Mishonova.
Según la agencia Tass, el autor del atentado planeaba activar “su artefacto explosivo casero durante las oraciones de la mañana en la escuela, pero se hizo estallar en la entrada”, asimismo, se abrió una investigación por “intento de asesinato” y “tráfico de explosivos”.
Repunte de violencia
En los últimos años los atentados con explosivos o los tiroteos en las escuelas se han hecho más frecuentes, lo que ha llevado a un endurecimiento de las leyes por el presidente Vladimir Putin.
Con la nueva reforma, la edad para adquirir armas de caza se elevó de 18 a 21 años.
El 8 de diciembre un hombre asesinó a dos personas en Moscú e hirió a otras, también el 20 de septiembre, un estudiante mató a seis personas e hirió al menos a otras 28, y el 11 de mayo un joven abrió fuego en su antigua escuela de Kazán.
-Excélsior