La anarquía sigue reinando en el Alto Golfo de California, hábitat de la vaquita marina, a pesar de las amenazas internacionales de nuevas sanciones comerciales contra México en el marco del T-MEC y la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).
Apenas el pasado viernes 24 de septiembre, soldados aseguraron 50 kilogramos de buche de pez Totoaba en el retén militar de Ojos Negros, en la carretera rumbo a Ensenada, lo que confirma que continúa el tráfico ilegal de esta especie en peligro de extinción desde San Felipe, Baja California, que por lo menos en el discurso, es uno de los puertos más vigilados del país.
Las vegijas natatorias frescas, altamente cotizadas en el mercado negro de China y recientemente extirpadas de los ejemplares de Totoaba, fueron encontradas en la parte trasera de una camioneta color gris, adentro de 63 bolsas de plástico transparente.
En el reporte no se informa sobre la detención de alguno de los ocupantes del vehículo, sólo que la carga fue puesta a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).
Esta situación se registra justo al inicio de la temporada de camarón, cuando se incrementa la actividad pesquera en la región, y a una semana de que el coordinador de Inspección y Vigilancia en el Alto Golfo de California de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), presentó su renuncia en las oficinas centrales a petición de sus superiores.
No hay redes alternativas
A un año de la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), de la nueva regulación para el hábitat de la vaquita marina, que prohíbe el uso de redes tradicionales, entre otros aspectos, el Inapesca incumplió de nueva cuenta con dotar de artes de pesca alternativas a las comunidades de San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora.
En este año se iniciarán las pruebas y financiamiento de artes de pesca alternativas (incluida la red Mozambique) que incluyan mejoras tecnológicas para que, previa recomendación del Inapesca, se autoricen las concesiones o los permisos de pesca pertinentes”, establece el Acuerdo del 24 de septiembre de 2020.
En respuesta a una solicitud de información con base en la Ley de Transparencia, el Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca), respondió que las nuevas redes se siguen desarrollando “debido a la contingencia sanitaria a la que se enfrenta el país, así como a las situaciones de seguridad y de acceso a la zona de pesca que nos ocupa”.
Al respecto, Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, recordó que este mandato al Inapesca y su director general Pablo Arenas, quien por cierto ocupa el cargo desde el sexenio pasado, se viene arrastrando desde 2015.
La búsqueda de redes alternativas lleva muchos años, antes del decreto de 2020. Es increíble que después de tanto tiempo el director Pablo Arenas no haya podido implementar un arte de pesca alternativa en el Alto Golfo. Esta situación provoca que se sigan utilizando las redes agalleras tradicionales, que con sus kilómetros de longitud, son una amenaza para la vaquita marina”, lamentó.
Nadie se hace responsable
Aún cuando la Secretaría de Marina (Semar), encabeza los esfuerzos de seguridad en el Alto Golfo de California, para evitar el tráfico ilegal de pez Totoaba y salvar a la vaquita marina de la extinción, asegura que no tiene competencia para informar sobre los resultados de los operativos instrumentados en la región.
A través de la Plataforma Nacional de Transparencia, la Semar respondió que carece de facultades “para realizar actividades que son competencia de otras instancias federales”, por lo que recomienda acudir a la Profepa o a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
La solicitud de información en poder de Excélsior tenía como objetivo conocer cuántas redes de pesca prohibidas y embarcaciones menores fueron retenidas con la nueva regulación del año pasado; cuál es el Plan de Aplicación en la Zona de Tolerancia Cero y el Área de Refugio para la Protección de la Vaquita Marina, así como las evaluaciones semestrales de seguridad que indica el artículo quinto transitorio del decreto del 24 de septiembre de 2020.
Se le notifica que del análisis de las atribuciones conferidas a la Institución, esta dependencia se declara incompetente para dar respuesta a su requerimiento de información”, señaló.
En contraste, un comunicado oficial del 25 de junio de 2021 con número B289/2021, da cuenta de la participación del titular de la Semar, José Rafael Ojeda Durán, en una reunión pública del Grupo Intergubernamental sobre la Sustentabilidad en el Alto Golfo de California (GIS).
En el encuentro, el secretario de Marina reportó los resultados obtenidos hasta ese momento en el hábitat de la vaquita marina, con la inspección de 268 buques, dos mil 710 embarcaciones menores, mil 103 vehículos y seis mil 550 personas.
También se han decomisado 142 redes de pesca no autorizadas, con un total de 35 mil 556 metros”, detalló.
El pasado lunes 27 de septiembre, la organización Causa Natura citó una información oficial de la Secretaría de Marina, donde destaca que en lo que va del año ha recuperado 38 mil 592 metros de redes prohibidas, en colaboración con Conapesca, Profepa y Conanp.
Cifra, por cierto, muy por debajo de los 118 mil 191 metros de redes del año 2018.
Excélsior