Con sólo 23 millones de pesos presupuestados anualmente para su operación, el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz atraviesa una de sus peores épocas, advirtió el personal hospitalario que diariamente vive los riesgos y temen que dentro de poco tiempo colapse el servicio.
La crisis en la falta de medicamentos oncológicos para menores y las manifestaciones de los padres en la Ciudad de México exhibió parte de los problemas existentes, pero conforme pasan las semanas se agudizan, señalaron.
Cubetas retienen filtraciones de agua
En el área de los quirófanos hay cubetas que ponen al descubierto los escurrimientos que hay tanto en el área de preparación, como en la sala de operaciones. Las luces parpadeaban. “Las lámparas están llenas de agua”, refiere uno de los acompañantes.
Los plafones se han vencido poco a poco. “Sólo escuchamos cómo caen y tenemos miedo que, en una de esas caiga sobre alguno de nosotros”, explicaron.
Un largo pasillo, que nos explican que es el que conecta al área de hospitalización con los quirófanos, presenta no sólo daños en los techos por donde pasan los ductos del aire acondicionado, sino en paredes que se han carcomido.
Tuberías enmohecidas por el salitre en la parte exterior también dan cuenta de las deficiencias que no han podido ser reparadas.
Las fallas entonces repercuten en el servicio: las filtraciones de agua han obligado a suspender cirugías: “Hay quirófanos en donde los climas sólo funcionan a 4%, por eso no hemos podido operar”, mencionan.
En un cambio de marcapasos, en cardiología, el calor en el interior era insoportable. Los quirófanos de la Torre Pediátrica tampoco tienen suficiente aire frío, debido a que los conductos ya presentan fugas.
Excelsior