Ante los rumores suscitados la semana pasada en grupos de WhatsApp, que sugerían la posibilidad de saltar la fila de la vacuna contra COVID-19, acudiendo a solicitarla a localidades vulnerables de estados vecinos, la Vocería Organizacional hizo un atento llamado a la responsabilidad de la población para no buscar ese tipo de atajos.
“Si no perteneces a alguna de las localidades seleccionadas por la autoridad federal para comenzar a vacunar a la población, ni cumples con los criterios de edad, te pedimos esperes hasta que llegue tu turno”, solicitó el Vocero Organizacional Rafael López González.
Sugirió, en cambio, redoblar las medidas de prevención que han permitido a la mayoría de la población queretana no contagiarse tras casi un año de pandemia; a quienes sí se han contagiado los instó a “subir la guardia”, recordando en qué falló su estrategia la primera vez.
Afirmó que las vacunas que nos ayudarán a frenar la pandemia llegarán de forma gradual y pidió proteger a los adultos mayores mediante el uso de cubreboca, respetando la sana distancia, la ventilación de espacios, el lavado cuidadoso y constante de las manos y evitando reuniones y salidas innecesarias.
Posteriormente expuso que el gobierno federal ha priorizado a los adultos mayores de localidades vulnerables, debido a criterios puntuales como el número de vacunas disponibles en esta etapa, el difícil acceso a grandes centros hospitalarios y la acentuada necesidad de volver al trabajo que tienen las familias de dichas comunidades.
“Ante la escasa cantidad de vacunas, inmunizar al uno por ciento de la población de una ciudad no frenará los contagios, ni los fallecimientos. En cambio, vacunar a 100% de los adultos mayores de una comunidad, es una garantía para su vida”, detalló.
Por lo anterior enfatizó su llamado a no quitar a esta población las vacunas que le corresponden, toda vez que una movilidad excesiva de personas hacia aquellas comunidades pudiera desencadenar contagios ante los cuales estarían en la indefensión.
Dio paso a una reflexión que, señaló, nos debe servir a todos, porque todos nos hemos equivocado o nos hemos visto tentados a seguir el camino fácil, que no es el camino más seguro, ni el correcto: “¿qué ejemplo les vas a dar a tus hijos?, el del camino fácil?, ¿el de lo hago porque nadie me lo prohíbe?, ¿el de me quejo del desorden y lo fomento?”.