Desafortunadamente, el nuevo coronavirus ha provocado la muerte de millones de personas y con ello ha dejado historias muy tristes.
Uno de los casos más recientes es el de Erika Becerra, una mujer de 33 años en Estados Unidos, que fue diagnosticada con covid cuando tenía 8 meses de embarazo.
Y aunque el parto se logró sin complicaciones y su bebé nació sano, el covid siguió su camino en su cuerpo. Inmediatamente tuvo que ser intubada y tres semanas después de dar a luz falleció.
Érika dejó a su esposo, su hijo de un año y su bebé recién nacido, al que ya nunca pudo cargar.
A pesar de que ella tomaba todas las precauciones, como no salir de casa, uso de mascarilla y limpiar constantemente las superficies, terminó contagiada.
Ella siguió todas las reglas y aun así terminó contagiándose y es triste. Hay muchas personas que no entienden lo que está pasando… Todos piensan que es una broma hasta que les pasa a ellos o a uno de sus familiares”, dijo su hermano Michael Avilez en entrevista con CNN.
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