domingo, diciembre 22, 2024
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La rana Romeo busca pareja para salvar a su especie

Romeo es la rana más solitaria del mundo, por lo que en Cochabamba, Bolivia, siguen buscándole una pareja con un único objetivo: Preservar su especie.

Esta rana acuática de Sehuencas fue encontrada hace más de diez años, cuando comenzó la búsqueda de pareja.

Sus musicales llamados no han sido atendidos, así que todo hace pensar que Romeo es el último ejemplar de esta especie endémica de Bolivia.

Con una edad indeterminada y una esperanza de vida que los biólogos calculan que puede rondar los 15 años, el tiempo se le está acabando a Romeo. Más si se tiene en cuenta que lleva una década en un acuario del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny de Cochabamba.

La búsqueda de una pareja para Romeo va en serio. Con la colaboración del Global Wildlife Conservation y el mayor lugar de encuentros por internet, Match, Iniciativa Anfibios de Bolivia lanzó hace un año una campaña de recaudación de fondos cuyo objetivo es enviar expediciones a los arroyos situados a dos mil y tres mil metros de altura de los bosques nublados de los Andes orientales, para tratar de buscar a alguna superviviente o a algún renacuajo.

Cuando los biólogos colectaron a Romeo, hace 10 años, sabíamos que la rana de agua de Sehuencas, así como otros anfibios de Bolivia, estaba en problemas, pero no teníamos idea de que no volveríamos a encontrar ni un solo individuo de la especie en todo este tiempo», dijo Arturo Muñoz, fundador de la Iniciativa Anfibios de Bolivia.

La idea es buscar en lugares donde en otros tiempos era común, en sitios con hábitats similares o en zonas donde los biólogos anteriormente no tuvieron oportunidad de buscar.

El equipo realizará pruebas en el agua de los riachuelos y ríos, en lugares clave, en busca de trazas de ADN de las ranas, buscando confirmación de que siguen ahí, aunque los miembros del equipo no las vean directamente en las expediciones.

Nadie quiere que a Romeo le ocurra como al Solitario George, la tortuga gigante de Galápagos que con su muerte puso fin a su especie.

En el perfil que Romeo tiene en Match.com se puede leer que entre sus intereses se encuentra nadar, uno de sus lugares favoritos es debajo de las rocas, entre sus cosas favoritas se encuentran Arturo, el hombre que la encontró; además del agua y los gusanos. Explicó que además de ser un hombre simple suele divertirse al máximo en su casa, simplemente viendo la vida submarina a su alrededor o en espera de ver un caracol o gusano a los cuales convertir en su mascota (aunque quizá terminaría comiéndoselos).

En el acuario gigante que se le ha construido en el museo de Cochabamba, en un gran contenedor de mercancías, Romeo empezó a llamar en busca de una pareja poco después de llegar allí, pero las llamadas empezaron a disminuir en los últimos años.

Comparado con otras ranas de su género, Romeo tiene un llamado de apareamiento especialmente musical, y que ha ayudado a enseñar a biólogos sobre la historia natural de las ranas acuáticas de Sehuencas a través de los años, explicó Muñoz.

Nosotros no queremos que pierda la esperanza de encontrar pareja», dijo el fundador de la Iniciativa Anfibios de Bolivia.

Los investigadores tampoco. Por eso, la iniciativa espera encontrar a otros de la misma especie «para establecer un programa de reproducción».

Y si no hubiera forma de conseguirle pareja, Muñoz no descarta acudir a la clonación para salvar a este anfibio, particularmente amenazado por el cambio climático, la pérdida de hábitat, la introducción de predadores como la trucha en los ríos y sobre todo el hongo quitridio (Batrachochytrium dendrobatidis) culpable de otras extinciones a nivel mundial.

En Ecuador, la especie Telmatobius ya se considera extinta y en Perú no se la ha vuelto a ver desde 2001.

Excélsior

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