La pandemia por el nuevo coronavirus avanza en América Latina con mayor fuerza, reiteró ayer la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por lo que advirtió la víspera que defenderá que la región tenga acceso a la vacuna.
Y es que ayer mismo, la compañía de biotecnología estadounidense Moderna anunció que su ejemplar entrará en dos semanas en la fase final de pruebas en humanos.
Moderna es el primer laboratorio que llega a la fase final de pruebas en humanos. El ensayo empezará el 27 de julio en Estados Unidos con 30 mil participantes, la mitad de los cuales recibirán la vacuna en dosis de 100 microgramos, y la otra mitad, un placebo. Las pruebas durarán hasta el 27 de octubre de 2022.
Las cifras de la emergencia sanitaria son más preocupantes en América Latina, que acumula 3.4 millones de casos y se ha convertido en la segunda región del mundo más enlutada después de Europa, con casi 147 mil muertes.
Ante un panorama cada vez más complejo en Latinoamérica, y con las economías en retroceso, la OPS se coordina con otros socios “para garantizar que los países más vulnerables de la región vayan a recibir la vacuna de una forma subsidiada, con precios accesibles”, dijo este martes en una rueda de prensa su directora, Carissa Etienne, precisando que esto podría articularse gracias a un fondo de cooperación.
Advirtió que los países deben prepararse desde ahora para llegar a las poblaciones vulnerables: “Si no, puede tomar años el proceso de vacunación y no podemos permitirnos ese retraso”.
Otro de los esfuerzos científicos más importantes en la búsqueda de la vacuna se lleva a cabo en Brasil, donde hay más de 2 mil voluntarios participando en ensayos masivos en humanos por investigadores de la Universidad de Oxford y AstraZeneca Plc. Investigadores buscan lugares donde el virus se está propagando rápidamente.
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