Cirque du Soleil, una de las empresas de espectáculos más conocidas del mundo, se declaró este lunes en quiebra al mismo tiempo que los principales inversores de la compañía, con el apoyo de la provincia de Quebec, presentaron un plan de reestructuración.
Cirque du Soleil, una de las instituciones más internacionales de Canadá y la provincia de Quebec, señaló hoy en un comunicado que ha solicitado al Tribunal Superior provincial su aprobación para reestructurar la compañía, que ya se encontraba en dificultades financieras antes de la aparición de la pandemia de COVID-19.
Según la compañía, los tres inversores del circo, la estadounidense TPG Capital, la china Fosun Capital Group y la institución financiera Caisse de dépôt et placement du Québec, aportarán 100 millones de dólares estadounidenses mientras que el Gobierno de Quebec inyectará otros 200 millones.
El fondo de inversiones TPG tiene un 55 % de propiedad de la compañía, mientras que Fosun controla el 25 % y la entidad financiera Caisse de Depot et Placement du Quebec, el 20 % restante. La compañía, que tiene su sede en la ciudad de Montreal, despedirá también a unas 3.840 personas, y establecerá dos fondos, por valor de 20 millones de dólares para compensar a su personal y a los contratistas.
El presidente y consejero delegado de Cirque du Soleil, Daniel Lamarre, declaró que «durante los pasados 36 años, Cirque du Soleil ha sido una organización muy exitosa y rentable». Sin embargo, «sin ingresos desde el cierre forzado» de todos sus espectáculos debido a la COVID-19, la dirección «ha actuado de forma decisiva para proteger el futuro de la compañía».
Cirque du Soleil también señaló que tiene «la intención de volver a contratar una sustancial mayoría de los empleados despedidos, cuando lo permitan las condiciones económicas, una vez que se cancelen los cierres obligatorios y se puedan reiniciar las operaciones».
En marzo pasado, Cirque du Soleil, que fue fundada en Montreal en 1984 y que hasta la aparición del coronavirus operaba 44 espectáculos en todo el mundo, despidió unas 4.680 personas, un 95 % de su personal, debido a la cancelación de sus espectáculos y se enfrenta a la suspensión de pagos.
La compañía tiene una deuda de unos 900 millones de dólares, fruto del acuerdo de 2015 valorado en 1.500 millones de dólares por el que el fondo de inversiones estadounidense TPG se hizo con una participación mayoritaria de la compañía. El fundador de Cirque du Soleil, Guy Laliberté, vendió en 2015 su participación en la compañía por unos mil 500 millones de dólares. El proceso de quiebra establece que durante los próximos 45 días otras entidades pueden presentar ofertas por Cirque du Soleil y será el Tribunal Superior de Quebec quien decida que oferta es la ganadora.