México resentirá una contracción de 10.5 por ciento en 2020, estima el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien, la caída en la actividad económica del país no es excepción en medio de una recesión mundial que supondrá el decrecimiento de ingresos por habitante en 95 por ciento de las economías del mundo, se prevé que sea la más profunda entre las principales economías de América.
Además, pese a que el país se encuentra rezagado, junto a Turquía, en cuanto a los apoyos fiscales y monetarios extra que las 20 principales economías del mundo han instrumentado para paliar los efectos de una crisis económica que no tiene precedente desde la Gran Depresión, la deuda de México escalará hasta 65.9 por ciento dado el deterioro en el crecimiento, exhiben las Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por su sigla en inglés) presentadas este 24 de junio.
Mientras la previsión de crecimiento en 2020 para México se deterioró 3.9 por ciento en dos meses –la última publicación del WEO fue a mediados de abril y ahí se estimó una contracción de 6.6 por ciento–; para 2021 el FMI incrementó en 0.3 por ciento el estimado de crecimiento, ahora se prevé un repunte de 3.3 por ciento.
En suma, el pronóstico de contracción para México que publicó el FMI rebasa los del Banco Mundial (7.5 por ciento) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (7.5 a 8.6 por ciento) dados a conocer este mes. Con ello, todos los organismos internacionales dan por hecho que la crisis por Covid-19 en México será más severa que las de deuda en la década de los 80, que la de 1994 y que la crisis financiera en 2009.
Además, la contracción de México para este año se encuentra entre las más severas del mundo. Se prevén bajas en Estados Unidos (-8.0 por ciento); Japón (-5.8 por ciento); Reino Unido (-10.2 por ciento); Alemania (-7.8 por ciento); Francia (-12.5 por ciento); Italia y España (-12.8 por ciento). En las otras principales economías de América, Argentina caerá 9.9 por ciento, Brasil 9.1 por ciento y Canadá 8.4 por ciento.
Contracción de 4.9 por ciento en economía mundial
En cuanto al crecimiento de la economía global, el FMI publicó que ésta se hundirá 4.9 por ciento este año. Desde la última estimación que hizo el FMI hace dos meses, el estimado se deterioró 1.9 por ciento. En parte a la incertidumbre que pesa aún sobre los cálculos y a que en la primera mitad del año “la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto más negativo de lo previsto” y la recuperación también será más gradual.
Para 2021, el organismo proyecta que la economía mundial avance 5.4 por ciento. Aún con ello en ambos años se habrán perdido 12.5 mil millones de dólares de riqueza mundial, estimó el organismo.
De acuerdo con Gita Gopinath, directora del Departamento de Investigación del FMI, el impacto negativo en los hogares de bajos ingresos es “particularmente agudo”, y pone en riesgo todo trabajo en la reducción de pobreza extrema de la década de los noventa a la fecha.
Subrayó que los estimados del FMI exhiben una caída en el ingreso por habitante en 95 por ciento de los países del mundo, con un impacto acentuado en los países en desarrollo, frente a las economías avanzadas. Ello se debe en parte a la velocidad que tuvo la crisis por el Covid-19 en deteriorar el mercado laboral, sobre todo en la informalidad.
Los primeros afectados son los trabajadores de bajos ingresos y semi-calificados, detalló la investigadora. El documento presentado por el FMI consigna que de los aproximadamente 2 mil millones de trabajadores con empleo informal en todo el mundo, la Organización Internacional del Trabajo estima que cerca de 80 por ciento se han visto significativamente afectados en esta coyuntura.
Gopinath subrayó que se espera que la actividad en sectores intensivos en mano de obra como el turismo y la hospitalidad no se recupere en el corto plazo, ello implicará una afectación general al mercado laboral que empeorará la desigualdad de ingresos y aumentará la pobreza. En este contexto, se debe reforzar el seguimiento, rastreo y aislamiento en pacientes positivos al Covid-19 para reducir las interrupciones económicas.
Abundó que los gobiernos deben “adaptarse a medida que evolucione la situación”, pero sin relajar por el momento los apoyos en política fiscal y monetaria. Dar apoyos directos a las personas más afectadas con seguro de desempleo, subsidios salariales y transferencias de efectivo; y a las empresas afectadas aplazar impuestos, préstamos, garantías de crédito y subvenciones.
Gopinath recalcó que “un alto grado de incertidumbre rodea este pronóstico”, tanto de manera favorable como negativa. En el primer caso los avances en vacunas y tratamientos, así como el apoyo de políticas adicionales pueden conducir a una reanudación más rápida de la actividad económica. Del otro lado, la economía mundial podría hundirse más con nuevas oleadas de infecciones, así como tensiones geopolíticas y comerciales que dañen un comercio mundial que actualmente se espera que colapse en alrededor de 12 por ciento.
La Jornada