La cifra de muertes por Covid-19 no se observa en su totalidad en tiempo real en México ni en otros países. La información debe completarse con dictámenes de las personas que hayan fallecido sin una prueba de laboratorio confirmatoria de la infección. Por eso, los 10 mil 167 fallecimientos reportados hasta el pasado lunes no es el número definitivo y al término del primer ciclo epidémico podría llegar a 30 mil, afirmó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Explicó que en el país se elaborarán los dictámenes con base en los certificados y actas de defunción. En la Ciudad de México ya comenzó ese proceso y se prevé tener resultados preliminares este mes.
El funcionario declaró que desde la etapa de preparación de la respuesta a la pandemia, específicamente el 27 de febrero, en conferencia de prensa informó sobre el cálculo de especialistas que, en ese momento y sobre la base de que tendríamos una sola epidemia, habría un mínimo de 6 mil decesos; en un punto medio serían 12 mil 500, y un máximo de 30 mil.
Cuando se hizo la estimación sólo había información de la situación en China. También se calcularon los requerimientos de atención médica. De ahí surgió que del total de enfermos, 80 por ciento serían casos leves, 15 por ciento ingresarían a hospital y 5 por ciento tendrían una condición grave y necesidad de ser atendidos en unidades de terapia intensiva. De éstos últimos morirían entre 60 y 70 por ciento.
Acerca de la información que en diferentes momentos el propio subsecretario ha comentado sobre la expectativa de decesos y la más reciente, que ubicaba el pronóstico en 8 mil, sostuvo que en diversos foros ha explicado la predicción inicial con las cifras mencionadas, pero se han reproducido distintos números.
Conforme avanza la transmisión del virus se ha observado que la afectación es diferenciada entre las entidades. Mientras en algunas regiones se registra la mayor transmisión, como es el valle de México, donde actualmente está la mitad de los casos y las muertes, hay ciudades como Cancún donde la tendencia es a la baja, mientras en Guadalajara y Monterrey se prevé que el crecimiento de la curva epidémica ocurra en las siguientes semanas.
No obstante, indicó, la estimación inicial sigue vigente para el primer ciclo de la epidemia, es decir, la cifra de decesos por Covid-19 podría llegar a 30 mil. Cuando baje la curva epidémica en el valle de México, el avance de la mortalidad será más lento en el resto del país, siempre que se cumpla con las medidas de higiene, sana distancia y de ser necesario, el distanciamiento social.
No obstante, también se debe tener en cuenta que todavía falta la dictaminación de muertes de personas que no tuvieron prueba de laboratorio y que las predicciones de casos, hospitalizaciones, fallecimientos, los picos de la curva epidémica, el tiempo y duración de la transmisión del nuevo coronavirus depende de que se cumpla con las medidas de sana distancia.
En todos lados, aseveró, ha habido empresas operando, a pesar de que no realizan actividades esenciales. La consecuencia es que hay mayor cantidad de personas en el espacio público. Eso favorece la transmisión del virus SARS-CoV-2, con más enfermos y defunciones, como ya se comprobó en Villahermosa, Tabasco, donde los casos registrados exceden la predicción e incluso se formó una curva con dos picos.
López-Gatell insistió en que el pico de la pandemia no es uno solo a escala nacional y el estimado para presentarse entre el 6 y 8 de mayo se refería sólo al valle de México y así ocurrió.
El exceso de casos que se observa en la gráfica (por encima de la predicción del modelo matemático) no elimina el pico porque la tendencia del número de casos diarios ha descendido desde el 7 de mayo, apuntó el subsecretario.
La Jornada
