En 1988, cuando tenía dos años, Mao Yin fue secuestrado cuando iba de la mano de su padre camino a la guardería y, tras 32 años, volvió a reunirse con sus padres en la ciudad Xi’an, en el occidente de China.
Después de tres décadas, en el mes de abril, la policía recibió información que un niño de la ciudad occidental había sido vendido a una familia por seis mil yuanes. A través de una prueba de ADN, el 10 de mayo se confirmó que Mao Yin era el niño que buscaban.
The Guardian detalló que después del secuestro de su hijo, Li Jingzhi, madre de Mao Yin, renunció a su trabajo y comenzó una búsqueda por décadas, en donde tuvo múltiples apariciones en televisión y entregó más de 100 mil volantes con información del pequeño, que la condujeron a más de 300 pistas posibles.
A principios de este año, Jingzhi apareció en un programa de televisión y aseguró: “Creo que algún día encontraré a mi hijo”, en donde además detalló que su campaña ayudó a 29 familias a encontrar a sus hijos secuestrados o desaparecidos.
Las autoridades de la ciudad informaron que tras el reporte que recibieron en abril utilizaron tecnología de reconocimiento facial para identificar a quien resultó ser Mao Yin, ahora renombrado como Gu Ningning.
Las autoridades del país reportaron que hasta 2015, unos 20 mil niños son secuestrados cada año y muchos de ellos son vendidos “abiertamente” a través de internet. En 2019, más de seis mil 300 niños secuestrados pudieron reunirse con sus familias gracias a pruebas de ADN, según información de Xinhua.
Fuente: Excélsior