Harley El Tuerto, un perrito Pug de tres años, ha llegado al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE para apoyar a médicos y enfermeras, que llevan al menos 50 días en la primera línea de fuego, atendiendo a pacientes con COVID-19 y comienzan a presentar síntomas de ansiedad, angustia y depresión.
Esta semana, este coterapeuta perruno de color café claro se integró al equipo de Psiquiatría, Paidopsiquiatría, Psicología y Neuropsicología de la institución, para atender o prevenir el Síndrome de Burnout o desgaste emocional y físico del personal de salud.
Con su traje de protección bien puesto, sus botitas amarillas, sus goggles y su careta, Harley El Tuerto, quien hace un año perdió su ojito derecho en un accidente, tiene la tarea de amortiguar el estrés cotidiano del personal de salud.
La interacción es libre, pueden jugar con nuestro coterapeuta canino, lo pueden cargar, lo pueden acariciar, hay quienes prefieren únicamente observarlo. Su personalidad es afable, es sociable, ecuánime, no se altera con facilidad, puede tolerar el contacto social de manera muy significativa para realizar este tipo de intervención”, explicó la doctora Lucía Ledesma Torres, sicóloga y neurosicóloga clínica del 20 de Noviembre.
Harley El Tuerto comienza su día a las 4:30 horas de la mañana.
Realiza un paseo de aproximadamente 10 minutos y consume su primer alimento del día, antes de salir al hospital, portando ya su equipo de protección personal.
A las 18:00 horas da su último paseo y a las 22:30 horas se va a dormir, pues a primera hora debe estar listo para enfrentar la pandemia de COVID-19.
Excélsior