En Bolivia, faltan test, mientras que Colombia padece desabasto de respiradores para los pacientes
Entre la falta de insumos y la escasez de pruebas, los casos de coronavirus en América Latina siguen en aumento.
Ayer la región alcanzó 100 mil 952 contagios mientras que el número de muertos llegó a cuatro mil 924.
En Bolivia, el gobierno admitió que 40 días después de la llegada de la epidemia al país se realizaron apenas tres mil 900 pruebas.
En el país andino, se contabilizan 520 contagios y 32 decesos en este país de 11.3 millones de habitantes.
La restricción ha dado lugar a inusuales formas de comercio de alimentos, comunidades rurales andinas están regresando al trueque o intercambio de productos en ferias locales para abastecerse de alimentos.
En Colombia, el presidente, Iván Duque, explicó que uno de sus principales objetivos es resolver la escasez de ventiladores mecánicos en los hospitales.
Duque señaló que en menos de dos meses empresas colombianas fabricarán siete mil artefactos.
Mientras tanto, en Chile crecía la polémica sobre si los funcionarios gubernamentales deben volver o no a retomar sus actividades presenciales en los próximos días como esperan las autoridades.
Además del temor a que siga aumentando el número casos y de fallecidos en América Latina, preocupa el fuerte impacto económico de las medidas de confinamiento impuestas en gran parte del mundo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que la región sufrirá una contracción del 5.2 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) en este año.
Esta situación se profundizará por el escaso crecimiento de los años anteriores, la pandemia de coronavirus, las protestas de 2019 en varios países y la caída de los precios del petróleo.
El FMI advirtió además de la posibilidad de otra década perdida para Latinoamérica.
En cambio, en este panorama Nicaragua y Honduras, se beneficiarán de la decisión del G20 de suspender la deuda de más de 70 países pobres por un año para contribuir a liberar fondos contra la pandemia.
Excélsior
