La investigadora del Departamento de Educación y Comunicación, señaló que las redes sociales deben ser útiles y no adictivas, para evitar provocar angustia e inquietud
En un comunicado, la investigadora del Departamento de Educación y Comunicación, señaló que las redes sociales deben ser útiles y no adictivas, para evitar provocar angustia e inquietud.
Tenemos las dos caras de la moneda como nunca en acción: la potencia de las redes para cuidar a los pueblos, por un lado, y para utilizar toda esa cantidad de datos como instrumento de dominio y renuncia a la privacidad personal, por otro”, puntualizó mediante un comunicado.
Ante esta situación, dijo, “es importante no estar continuamente conectados, sino restringirnos a determinados horarios y ser conscientes de que estos medios dejan una huella digital tremenda”.
Agregó que antes de compartir información, debe tomarse el tiempo de comprobarla y ver si otros medios la están difundiendo.
Otras medidas indispensables, añadió, son contrastar los datos oficiales con otras fuentes; leer la noticia completa y pensar bien si merece compartirse o es mejor documentarse al respecto, ya que “podemos propiciar procesos de angustia pública y hasta de peligro”.
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