Una mujer de Turquía decidió construir una escalera en la ventana de su casa para darle asilo a los gatos callejeros de su vecindario cuando hace demasiado frío.
Se dice que el perro es el “mejor amigo del hombre”, aunque los gatos también son fieles compañeros de los humanos, pese a que generalmente se confunde la independencia de los gatos con un carácter insociable y huraño, pero es todo lo contrario, en realidad son grandes y amorosos compañeros que han estado a nuestro lado desde el principio de la humanidad.
Decir que Sebem Ilhan es una mujer amante de los gatos sería poco y no le haría justicia al gran afecto que siente esta mujer con los felino, pues no solo ha abierto su corazón a los gatos callejeros que viven alrededor de su vecindario, sino que también les ha abierto las puertas de su hogar, o mejor dicho: su ventana.
Sebem Ilhan trabaja como dentista en la ciudad de Tekirdag, Turquía, donde el invierno es extremadamente frío y abrasivo. Entonces, temiendo que los gatos sin hogar pudieran quedar congelados como consecuencia de las bajas temperaturas, la mujer ideó una adorable forma de facilitarles la búsqueda de refugio a través de su ventana invitándolos a entrar.
Escalera construida por mujer para dar asilo a gatos callejeros
“Hice una escalera para que los gatos puedan entrar a mi cómoda casa y no se mueran de frío”, comentó Ilhan. También dijo que al principio estaba un poco preocupada por el hecho de que sus vecinos no tomaran amablemente la pequeña escalera para gatos que lleva a su hogar, por lo que agregó un poco de ornamentación adicional para hacerla lucir mejor.
“Pensé que si ponía algunas macetas allí no molestaría a nadie”, señaló. Y de hecho, la recepción fue abrumadoramente positiva por parte de sus vecinos y especialmente entre los innumerables gatitos que se han aprovechado de la generosa oferta hecha por la mujer de un cálido lugar para descansar.
Sin embargo, la “escalera para gatos” es solo una de las formas en que Ilhan ha trabajado para marcar la diferencia respecto a los animales necesitados, pues también ofrece su tiempo como voluntaria para cerciorarse de que perros y gatos callejeros en su ciudad también sean atendidos.
La Verdad