En 1975 las islandesas tomaron las calles en defensa de sus derechos; 45 años después las exigencias se replican en varios países
La lucha de las mujeres por hacer valer sus derechos se ha extendido por todo el mundo, con movimientos en redes sociales, movilizaciones en las principales avenidas de cientos de ciudades y huelgas generales, en las que al unísono exclaman ¡Ya basta!
Las exigencias fueron desde el derecho a voto, la eliminación de la brecha de género, la libre decisión sobre el cuerpo, hasta las demandas para combatir y penalizar el acoso sexual y los feminicidios.
Entre las primeras en reclamar justicia, están las islandesas, quienes el 24 de octubre de 1975 se unieron en un paro al que llamaron el Día Libre de las Mujeres. Ese día, 90% de ellas no asistió al trabajo ni realizó actividades del hogar.
Islandia es un país pequeño, con una población actualmente de 364 mil 260 ciudadanos, pero ha sido el que más ha allanado el camino en cuanto a igualdad de género.
De hecho, fue la primera nación europea que tuvo una presidenta, Vigdis Finnbogadottir, quien en noviembre de 1980 fue elegida democráticamente y gobernó durante 16 años, destaca la cadena británica BBC. Para el resto de Europa y el mundo fue un escándalo. La primera mujer que gobernaba un país era divorciada y madre soltera, esos fueron los encabezados de varios medios ante aquella asunción.
En el Día Libre de las Mujeres ninguna asistió a sus centros de trabajo, por el contrario, tomaron las calles de Reikiavik. “Lo que ocurrió ese día estableció el primer paso para la emancipación de las mujeres en Islandia. Paralizó al país por completo y abrió los ojos de muchos hombres”, le contó Vigdis a la BBC.
Las islandesas obtuvieron el derecho a voto en 1915. Nueva Zelanda y Finlandia ya lo habían otorgado.
Pero no ha sido el único país donde las mujeres han realizado paros.
En Polonia, el 3 de octubre de 2016, ocurrió el Lunes Negro, un día en el que miles de mujeres vestidas de negro fueron a huelga en protesta contra una ley que preveía la prohibición del aborto. En aquel momento, el portal euronews destacó que en ese país abortan unas mil mujeres al año.
El 19 de octubre de ese mismo año, Argentina quedó conmocionada tras el asesinato de una joven de 16 años, llamada Lucía Pérez, en Mar del Plata, hecho que motivó un paro nacional, bajo los hashtags #NosotrasParamos y #NiUnaMenos, exigiendo justicia por el feminicidio.
El 8 de marzo de 2017, encolerizadas por los comentarios misóginos del presidente Donald Trump, las mujeres de Estados Unidos organizaron el #DayWithoutAWoman, movimiento que tuvo gran relevancia por el auge de las redes sociales. Miles de ellas repudiaron la misoginia, la desigualdad y la opresión.
El 8 de marzo, fecha fijada por la Organización de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Mujer, es el día en el que cada año miles se manifiestan en defensa de la igualdad de género. En 2001, la convocatoria hecha por redes sociales, a un día de paro tuvo eco en Austria, Bolivia, Brasil, Chad, Colombia, Costa Rica, Congo, El Salvador, Eslovenia, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Guyana, Guatemala, Haití, Honduras, Hungría, Irlanda, Italia, Kenia, México, Noruega, Paraguay, Perú, República Checa, Senegal, Suecia, Tanzania, Uganda, Uruguay, Yemen y Serbia.
Este año, la exigencia de seguridad para las mujeres es mayor. A las calles muchas saldrán con la bandera de la condena a la impunidad para feminicidas, un crimen que ha crecido en meses recientes. De acuerdo con el reciente reporte del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, Brasil es el país de la región donde más feminicidios se cometen, con mil 206 por cada cien mil habitantes, le sigue México, con 898.
ONU Mujeres lanzó un llamado: “Queremos movilizar a todas las personas para eliminar la violencia de género; exigimos justicia económica y derechos para todas las personas; autonomía sobre los propios cuerpos, derecho a la salud sexual y reproductiva; y acciones feministas por la justicia climática. Queremos tecnología e innovación para la igualdad de género; y liderazgo feminista”.
Añadió: “La historia nos enseñó que el cambio es posible a través del activismo colectivo”.
Hoy, la ola feminista que exige justicia se extiende a México. Un día sin mujeres.
Excélsior
