Hay quienes defienden el consumo de lácteos, mientras que otros hacen ver que este tipo de alimentos, principalmente la leche, no es para todos; otros opinan que ni siquiera debería ser consumida
La leche, los quesos y el yogurt, son parte esencial en la dieta del ser humano, pues es innegable el aporte de proteínas y calcio que podemos obtener de los lácteos, sin embargo, este tipo de alimentos, también dividen opiniones entre los especialistas de la nutrición.
Y es que por un lado hay quienes defienden su consumo, mientras que otros hacen ver que este tipo de alimentos, principalmente la leche, no es para todos e incluso, otros opinan que ni siquiera deberían ser consumida, pero, a qué se deben tantos puntos de vista.
Pues bien, en general, todos los nutricionistas consideran a la leche y sus derivados, como grandes alimentos; datos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán reconocer su aporte en calcio y otros minerales (magnesio y fósforo), así como vitaminas A y B.
Revelan además que, en su estado natural, la leche contiene cantidades óptimas de proteína, carbohidratos y grasas, lo cual la convierte en un alimento muy completo.
En tanto, lo que están en contra consideran que tomar leche y sus derivados es antinatural, lo anterior, debido a que todos los mamíferos toman leche de su madre durante la primera fase de su vida, hasta que puede alimentarse por sí mismos.
A partir de entonces, no vuelven a probar la leche y mucho menos de otra especie, además, la madre produce leche durante el tiempo necesario hasta que su hijo puede alimentarse de comida ‘real’, momento en el que deja de producir leche.
Es precisamente por eso que muchos adultos son intolerantes a la lactosa, debido a que el cuerpo humano deja de producir “lactaza” la enzima encargada de digerir este tipo de azúcar que contiene la leche.
En el libro, “La leche y los productos lácteos en la nutrición humana”, la especialista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Ellen Muehlhoff, detalla que la mayoría de las personas pueden tolerar algunos productos lácteos como el yogur y los quesos curados, por lo que hay otras opciones para consumir este tipo de alimentos.
En tanto, existen estudios que asocian el consumo de leche de vaca con alergias, asma, varios tipos de cáncer y un sinfín de otras enfermedades que podrían estar relacionadas con la forma en cómo son alimentadas las vacas y el proceso de producción de leche industrializada, tal es el caso del uso de hormonas y antibióticos en estos animales.
La leche de vaca se considera una sustancia óptima para las necesidades nutricionales de los terneros, pero no para el consumo de los humanos, además la leche de vaca contiene aproximadamente tres veces más proteínas que la leche humana y casi un 50 por ciento más de grasa.
Entonces, los beneficios y riesgos de consumir lácteos dependen del grado de adaptación por lo que se recomienda consumirlos con moderación.
En el caso de los quesos, en donde la fermentación reduce en gran medida la lactosa, es mejor optar por aquellos que luzcan más blancos, como panela, requesón, cottage o jocoque; o bien, reducidos en grasa, evita además todos aquellos procesados como el queso amarillo.
Tema a parte es el del yogurt y el kéfir, alimentos fermentados y adicionados con probióticos que se convierten un alimento saludablemente aceptado y en una opción para mantener una flora intestinal óptima, aunque también se recomienda consumirlos sin azúcar.
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