La joven de 29 años pensó que sería buena idea ‘mejorar su aspecto’; una mala aplicación le causó severas consecuencias
Como bien sabes, el botox es una sustancia utilizada para el rejuvenecimiento facial. Su aplicación es sencilla, se pone en las arrugas o las líneas de expresión muy marcadas con el objetivo de relajar el músculo y mantener una expresión jovial.
Aunque es un procedimiento sencillo siempre debe ser manejado por un experto o las consecuencias pueden ser terribles.
Esto lo aprendió bien Rachael Knappier, una joven que terminó con los labios deformes por acudir con sus amigas a que se lo aplicaran.
La chica de 29 años acudió a casa de una de sus conocidas a una ‘fiesta de botox’.
Pese a que la idea era sólo ponerse en las arrugas de la frente, después de un par de copas se animó a agrandarse los labios.
Sin embargo, le inyectaron erróneamente el relleno en una arteria, lo que causó que su boca se hinchara en cuestión de horas y el suministro de sangre a sus labios se viera comprometido.
De acuerdo con información de Toronto Sun, cuando se produjo la reacción, la joven entró en pánico y llamó a la mujer que se lo había aplicado, quien le dijo que acudiera al hospital.
Mientras estaba allí, los médicos le informaron que no tenía una reacción alérgica y que deberían disolver el relleno.
Un experto en cirugía estética le advirtió que podría perder su labio superior si el tejido comenzaba a morir.
Después de meses de tratamiento -y por supuesto dolor-, sus labios volvieron a la normalidad.
Su historia y fotos rápidamente se viralizaron.
Excelsior