Miles de cristianos ortodoxos se zambullen en las heladas aguas de ríos y lagos de Bulgaria y otros países con motivo de la Epifanía
SOFÍA.
Miles de cristianos ortodoxos se sumergieron a las heladas aguas de ríos y lagos de Bulgaria el lunes para recuperar crucifijos lanzados por los sacerdotes durante las ceremonias de la Epifanía que conmemoran el bautismo de Jesucristo.
Por tradición, la persona que recupere la cruz de madera estará libre de espíritus malos y gozará de buena salud por todo el año.
Luego de que se saca la cruz, los sacerdotes rocían a los fieles con agua utilizando un manojo de albahaca.
En el Vaticano, el papa Francisco exhortó a los fieles a rechazar “al dios del dinero”, así como al consumismo, el placer, el éxito y el ego. En su homilía durante la misa de la Epifanía en la Basílica de San Pedro, el pontífice alentó a la gente a enfocarse en servir a los demás, no a ellos mismos.
En Milán, las autoridades de la ciudad conmemoraron el día con un almuerzo en un hotel para 200 indigentes.
En la ciudad montañosa de Kalofer, en el centro de Bulgaria, decenas de hombres vestidos con las tradicionales camisetas blancas bordadas se sumergieron en el helado río de Tundzha ondeando banderas nacionales y entonando canciones populares.
La localidad de Kalofer ha pedido a la UNESCO, la agencia cultural de la ONU, que su tradicional ritual sea considerado como parte del “patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”.
En Estambul, más de una decena de ortodoxos saltaron a las heladas aguas del Cuerno de Oro en medio de fuertes lluvias durante una ceremonia dirigida por el patriarca Bartolomé I.
La Epifanía representa el término de los 12 días de la Navidad, pero no todas las iglesias cristianas ortodoxas lo celebran en la misma fecha.
Excélsior.