Seis personas fueron asesinadas y otras tres resultaron heridas el martes en un tiroteo en un hospital en el este de República Checa, según el primer ministro y autoridades.
El aparente autor de la balacera se suicidó cuando la policía se acercó a su coche.
La balacera ocurrió alrededor de las 07:00 de la mañana en la sala de espera del centro de salud, explicó Andrej Babis a la televisora pública checa, agregando que el pistolero disparó a las cabezas de las víctimas a corta distancia.
Babis explicó que se dirigía al lugar de la masacre, el hospital universitario de la ciudad de Ostrava, a 350 kilómetros al este de Praga.
La policía localizó el auto del sospechoso, quien se disparó en la cabeza cuando los agentes se acercaron y murió a consecuencia de sus heridas una media hora más tarde, señaló el ministro de Interior, Jan Hamacek.
La policía está investigando sus motivos, agregó.
Me gustaría asegurarle a la población que ya no hay peligro”, declaró Hamacek.
La policía identificó al sospechoso como un hombre de 42 años.
Varios cientos de agentes participaron en una búsqueda exhaustiva, que incluyó dos helicópteros, para dar con su Renault Laguna de color gris plata.
El jefe de la policía de la región, Tomas Kuzel, dijo que el sospechoso empleó una pistola de 9 milímetros de fabricación checa, que es ilegal en el país, y que se cree que actuó solo.
Las autoridades publicaron una foto del presunto autor, y retiraron una previa de una persona distinta, que está considerada un testigo importante.
Entre los fallecidos había cuatro hombres y dos mujeres, explicó Jiri Havrlant, director de la clínica.
Otro hombre y otra mujer tuvieron que ser operados, mientras que una tercera persona sufrió heridas leves, apuntó.
Excélsior
FOTOS: AP Y REUTERS