Pese a programas sociales, los niveles de marginación en el país siguen siendo altos, según datos del Coneval
El próximo jueves, 17 de octubre, se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Una iniciativa global que, en la perspectiva de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), conmina a todos los Estados a erradicar la pobreza, en todas sus formas, a más tardar en el año 2030.
Destaca en ese sentido que este año el Premio Nobel de Economía hay sido otorgado a Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer, por sus estudios de evaluación y análisis empírico de métodos eficaces para reducir la pobreza y su capacidad de ser replicados a gran escala.
Los estudios que han llevado a cabo en horizontes de mediano y largo plazo, muestran que la focalización es relevante en el combate a la pobreza, y que poner énfasis en las personas con mayores carencias, comenzando, por ejemplo, con las niñas y niños más vulnerables, tiene efectos relevantes en el mejoramiento de sus condiciones de vida.
¿Cómo estamos en México?
Con base en la última Medición Multidimensional de la Pobreza, realizada en México por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el año 2018, el 41.2% de la población nacional se encontraba en condiciones de pobreza, lo cual es equivalente a una cifra de 52.4 millones de personas.
A lo anterior debe agregarse el otro dato que suele soslayarse respecto de esta medición: en ese mismo año, además de las personas en condiciones de pobreza, había 45.3 millones de personas más que, sin ser pobres, sí eran vulnerables por carencias sociales o por carencia de ingreso.
Esto implica que en la República Mexicana habría 97.7 millones de personas en pobreza o vulnerabilidad social o económica.
¿Y las niñas y los niños?
De acuerdo con el Coneval, considerando como criterio de agrupación a la edad, resulta que las niñas y los niños son el grupo de población en mayores condiciones de pobreza. En efecto, en 2018 se estimó que 49.6% de quienes tenían 18 años al momento de la medición eran pobres.
Se trata de una condición inaceptable: la mitad de las niñas, niños y adolescentes del país son pobres; mientras que, adicionalmente, un 32% más vivía en condiciones de vulnerabilidad por carencia sociales o vulnerabilidad por carencia de ingresos; esto significa que sólo el 18.4% de las y los menores de 18 años son no pobres y no vulnerables.
Esta situación contrasta con lo que ocurre entre las personas mayores de 18 años, pues 38.4% se encontraba en condición de pobreza y 38.2% en condiciones de vulnerabilidad por carencias sociales o de ingresos.
En números absolutos, estas cifras implican que en 2018 había en México 19.5 millones de niñas y niños en condición de pobreza, más 12.6 millones que se encontraban en vulnerabilidad por algún tipo de carencia; cifras que contrastan con los 7.2 millones de niñas y niños que fueron considerados como no pobres y no vulnerables.
Los olvidados
Según el Coneval, en México las personas hablantes de lenguas indígenas son quienes viven en mayores condiciones de pobreza: en el 2018, el 75% de quienes eran hablantes de alguna lengua originaria se encontraban en esa condición, mientras que 20.3% eran considerados como vulnerables por carencias sociales o por carencia de ingresos. En contraste, únicamente 4.9% fue considerado como no pobre y no vulnerable en ese año.
Excélsior