Ayuda a cubrir la escasez de mano de obra en algunas regiones, al tiempo que brinda a los refugiados y sus familias acceso a trabajos, educación y vivienda, señala
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, elogió hoy el programa impulsado por las autoridades mexicana para integrar a refugiados y brindarles acceso a trabajos, educación y vivienda, el cual consideró debería retomarse en todo el mundo.
Calificó el programa de integración de refugiados que ingresar por el norte y sur del país como innovador, lo cual constató durante una reciente visita realizada al norteño estado mexicano de Coahuila.
Este innovador esquema es una situación en la que todos ganan. Ayuda a cubrir la escasez de mano de obra en algunas regiones, al tiempo que brinda a los refugiados y sus familias acceso a trabajos, educación y vivienda y, sobre todo, seguridad y dignidad”, indicó.
Grandi visitó el viernes pasado una fábrica en la ciudad de Saltillo que emplea a unos 70 refugiados reubicados desde el sur México, a través de la colaboración entre las autoridades federales, estatales y locales con empresas privadas, la sociedad civil y el ACNUR.
De acuerdo con la declaración, el funcionario de la ONU se reunió con refugiados y solicitantes de asilo en ciudades del norte y sur del país, quienes le contaron sobre violencia, abuso y persecución que sufrieron a manos de bandas criminales, lo que los obligó a huir de sus países.
“El Alto Comisionado se sintió alentado al escuchar sus experiencias al llegar, la bienvenida que recibieron de las comunidades locales y el proceso continuo de integración en la sociedad mexicana”, destacó un comunicado de ACNUR.
Bajo el programa, que ayuda a los refugiados a integrarse y contribuir a la economía local, en lo que va de este año más de tres mil personas han sido reubicados en cuatro estados del territorio mexicano, más de cien refugiados en promedio cada semana.
Es un modelo excelente que podría replicarse, no solo en todo México sino en otras partes del mundo», subrayó el titular del ACNUR, quien en días pasado visitó también el sureño estado mexicano de Chiapas, el cual alberga a casi el 70 por ciento de los solicitantes de asilo del país.
México, agregó, enfrenta mayores desafíos y preocupaciones como resultado de los cambios de política en los Estados Unidos, que han llevado a un aumento significativo en el número de personas que deciden solicitar asilo en México, “lo que ejerce presión adicional sobre un sistema de asilo ya abrumado”.
Al ser un país de tránsito para personas que esperan llegar a los Estados Unidos, México se ha convertido en un país de destino para refugiados y migrantes de América Latina, por lo que las solicitudes de asilo han aumentado de dos mil 100 en 2014 a más de 48 mil en los primeros ocho meses de este 2019.
Estoy agradecido por los esfuerzos de México para proteger y ayudar a los refugiados, particularmente en un momento en que México está bajo la creciente presión de los flujos mixtos cada vez más complejos de refugiados y migrantes», indicó.
ACNUR destacó que la oficina mexicana de refugiados (COMAR) ha hecho grandes avances para acelerar el proceso de asilo, aunque reconoció que muchos todavía tienen que esperar meses antes de poder obtener los documentos necesarios para acceder al mercado laboral y servicios sociales.
El ACNUR está comprometido a fortalecer la capacidad de asilo y los sistemas de recepción para apoyar la respuesta de México al desafío de proteger y ayudar a un número creciente de solicitantes de asilo y refugiados», apuntó Grandi.
Recordó que México tiene una larga y orgullosa tradición de acoger a las personas que huyen de la persecución y aunque en la actualidad, el país enfrenta desafíos reales, también brinda “grandes oportunidades”.
México tiene una gran cantidad de buenas prácticas para compartir a nivel mundial, en particular vinculadas a sus innovadores programas de integración», concluyó.
Excélsior