Policías de tránsito de los estados y municipios son vistos con recelo
México es uno de los países donde existe una extendida percepción respecto de la corrupción existente en las instituciones públicas. En todos los índices de medición, tanto mexicanos como extranjeros, año con año se repite el mismo diagnóstico: la corrupción es sistémica y corroe prácticamente todos los espacios de la administración pública, de los ámbitos de procuración de justicia y del Poder Judicial tanto en el ámbito federal como en el de las entidades federativas.
Las instituciones más corruptas
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Seguridad Pública, presentada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las instituciones con mayor corrupción percibida son las policías de tránsito en los estados y municipios.
En efecto, a nivel nacional, este tipo de corporaciones aparecen con un porcentaje de 76.6% de la población mayor de 18 años, que considera que hay corrupción en ellas; sin embargo, hay 10 entidades donde ese porcentaje es más elevado. En primer lugar, se encuentra el Estado de México, con un 85.3% de la ciudadanía que percibe a las policías de tránsito como corruptas.
Para la Ciudad de México, la ENVIPE asume que este indicador no aplica, pues no hay una corporación de policía de tránsito separada institucionalmente de la policía capitalina; aún así, es importante destacar que el porcentaje para la policía preventiva en la CDMX es de 85.3%, y que podría asimilarse al de esta categoría.
En el estado de Puebla, el porcentaje de corrupción percibida en la policía de tránsito es de 83.1%; en Quintana Roo es de 82.9%; en Tabasco es de 82.4%; en Sinaloa y Morelos es de 78.3%, respectivamente; en Guanajuato y Chiapas es de 78% en cada uno de ellos; en Durango el porcentaje es de 77.5%; mientras que en Sonora es de 76.7 por ciento. Todas estas entidades tienen promedios superiores a la media nacional.
Excélsior