Ir por unos tragos y divertirse de vez en cuando no está mal, sin embargo, como en todo, los excesos pueden causar fatales desenlaces.
Recientemente se dio a conocer el triste caso de Marina Tilby, una joven galesa de 26 años que fue sentenciada a dos años y cuatro meses de cárcel ¿la razón? mató sin querer a su hijo.
De acuerdo con información de BBC News, la chica fue a un club nocturno y se llevó con ella su bebé de cuatro semanas, Darian.
Ahí conoció a dos hombres con los que regresó a casa.
Horas después, la hermana de Marina entró al dormitorio y la encontró acostada boca abajo encima de su pequeño.
Al tomarlo notó que al niño le salía sangre de la nariz, por lo que fue llevado de inmediado al hospital Bronglais en Aberystwyth, donde falleció.
La joven estaba tan pasada de copas, que tardaron más de una hora en despertarla. Fue detenida y sentenciada por crueldad infantil y negligencia deliberada.
Aunque el caso ocurrió hace dos años, volvió a tomar relevancia luego del polémico y reciente fallo judicial de un tribunal, que ordenó la libertad de Marina. Los jueces señalan que la sentencia original resultaba excesiva, ante el genuino remordimiento y sufrimiento que presentaba la madre.
Además, médicamente no pudo descartarse que la muerte de Darrian fuera ocasionada por el síndrome de muere súbita, antes de que su madre accidentalmente lo aplastara.
Los informes psicológicos señalan que la muerte del bebé tuvo en Marina un impacto significativo en su salud mental, provocándole una profunda depresión.
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