La ciudad descartó que aumentaron los contagios; autoridades negociaron con comunidades ortodoxas
La ciudad de Nueva York libró la emergencia por sarampión.
El Departamento de Salud de esa metrópoli de Estados Unidos anunció ayer el fin del brote por el que las autoridades declararon emergencia pública en abril pasado.
Poner fin al brote de sarampión requirió de una amplia colaboración con organizaciones comunitarias y líderes judíos. Ellos ayudaron a fomentar las vacunas y alcanzar niveles récord de inmunización en partes de Brooklyn”, reconoció el alcalde Bill de Blasio, que el pasado 9 de abril decretó la emergencia de salud pública.
Aunque no se han reportado nuevos contagios desde mediados de julio, cuando se informó de que se habían acumulado 654 casos desde que comenzó el brote en octubre, el Departamento de Salud advirtió de que continuará vigilando de cerca la situación.
La ciudad del este de Estados Unidos se mantiene en alerta ante el regreso del curso escolar de esta semana.
Para mantener seguros a nuestros niños y comunidades, insto a todos los neoyorquinos a vacunarse. Es la mejor defensa que tenemos”, afirmó.
El brote confrontó a las autoridades neoyorquinas, quienes bajo amenaza de multa obligaron a la vacunación, con miembros de la comunidad judía que se oponían a acatar el dictamen alegando que se coartan sus libertades religiosas.
En medio del enfrentamiento, avanzaba el brote, que se extendió por todo el estado.
Del total de los casos registrados en la ciudad, 80 por ciento fue en menores de edad.
De acuerdo con el Departamento de Salud, 73 por ciento de los casos que se contagiaron con sarampión no estaban vacunados.
Aunque hubo casos en los cinco condados, 72 por ciento ocurrió en Williamsburg, en el distrito Brooklyn, donde habita la comunidad judía.
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas. Puede que ya no haya transmisión local de sarampión en la ciudad, pero la amenaza sigue con otros brotes en el país y alrededor del mundo”, advirtió la directora del Departamento de Salud, Oxiris Barbot.
Nuestra mejor arma contra posibles nuevos contagios es teniendo una ciudad bien inmunizada”, señaló.
Excélsior
