De principio a fin, Lima brindó unos Juegos Panamericanos llenos de alegría y la Clausura no podía faltarle a eso.
Una ceremonia de Clausura emotiva, alegre, llena de baile, sonrisas y música, despidió la máxima fiesta del continente y cedió la estafeta a Santiago de Chile, que recibirá a los mejores deportistas de las Américas del 20 de octubre al 5 de noviembre de 2023.
“Querido Perú, ya jugamos todos y esta noche celebramos todos los logros de estos notables atletas, su fuerza, su velocidad, su habilidad, su coraje, y su empeño. Su humildad en la victoria y su dignidad en la derrota”, comentó Carlos Neuhaus, presidente del Comité Organizador. “Queridos atletas nos han inspirado, esta noche celebramos a Lima, la capital del deporte en América.”
Los atletas que paralizaron al continente durante 17 días desfilaron para iniciar la ceremonia y las banderas de los 41 países fueron instaladas en la cancha del Estadio Nacional. La mexicana fue portada por Fernando Martínez, medallista de oro en los 5,000 metros planos.
Tras reconocerse el trabajo de los 11 mil 192 voluntarios que dieron vida a los Juegos, Perú presentó una coreografía de sus seis épocas prehispánicas y la creación de un mundo colorido mediante sus arpilleras con objetos de la vida cotidiana.
Jorge Muñoz, alcalde de Lima, pasó la bandera de Panam Sports al presidente de Chile, Sebastián Piñera, para formalizar la cesión de la estafeta a Santiago 2023.
El Fuego Panamericano fue extinguido sin un ápice de tristeza, pues se hizo mediante un baile de La Marinera, el tema popular peruano del amor.
El artista Gian Marco interpretó sus éxitos y cerró a capela con «Contigo Perú», que conmovió hasta los huesos a un país que demostró que con un presupuesto muy austero puede dejar la vara muy alta para futuras ediciones.
Perú le mostró al continente y al mundo la calidez de lo latino y de la excelencia deportiva.
Santiago 2023, la antesala de los Olímpicos París 2024, será la siguiente cita para la élite del deporte continental.
Fuente: TUDN
Foto: Especial