Luisiana se convirtió ayer en el primer estado del sureste de Estados Unidos en ofrecer mariguana medicinal, cuatro años después de que los legisladores estatales acordaron permitir que ciertos enfermos pudieran tener acceso al llamado cannabis terapéutico.
Ahora, nueve farmacias tienen licencia para vender mariguana medicinal en toda Luisiana y se espera que la mayoría abra esta semana. Luisiana se une a más de otros 30 estados del país que permiten el comercio de mariguana medicinal en alguna forma. Aunque la mariguana está prohibida a nivel federal, una enmienda del Congreso impide que el Departamento de Justicia interfiera con los programas de cannabis medicinal de los estados.
GB Sciences, uno de los dos productores autorizados por el estado, comenzó a enviar ayer mariguana medicinal a los dispensarios registrados de Luisiana, después de que los reguladores estatales completaron recientemente las pruebas finales y la autorizaron para su lanzamiento.
Cientos de pacientes en Luisiana esperaban el inicio del programa después de años de trabajo de los legisladores, que crearon el marco regulatorio en 2015 para la venta legal de cannabis. También ha habido disputas regulatorias y otros obstáculos.
El senador estatal Fred Mills, un farmacéutico de St. Martin Parish y quien patrocinó la propuesta de ley de mariguana medicinal, nunca pensó que los pacientes tardarían años en tener acceso. Dijo que recibía repetidamente “llamadas difíciles” de personas con cáncer, convulsiones y otras afectaciones debilitantes.
Lo más difícil fue no poder darle a la gente fechas definitivas para que pudieran hacer planes”, dijo Mills.
Los establecimientos locales hicieron preparativos.
Estamos muy emocionados. El primer paciente recibirá mariguana medicinal aquí”, dijo Randy Mire, propietario de Capitol Wellness Solutions en Baton Rouge, uno de los nueve dispensarios autorizados.
Capitol Wellness Solutions ya programo citas para que los pacientes recojan frascos con un gotero para administrar las dosis.
Excélsior