El virus de Coxsackie es una infección viral común que en la mayoría de los casos comienza como un malestar en la garganta. Este mal no representa riesgos graves si se logra detectar a tiempo.
Los principales síntomas que se presentan van desde erupciones en la garganta, boca, así como en las manos y en los pies. También pueden ir acompañados de fiebre, dolor de cabeza, pérdida del apetito y dolor de garganta.
El contagio se genera cuando una persona enferma estornuda o se suena la nariz sin cubrirse adecuadamente. También al tocar las heces o el pus de las ampollas de la persona infectada.