El Centro Histórico de Querétaro es un lugar lleno de cultura e historia, sus monumentos e imponentes edificaciones le han valido su nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Las casonas son elementos fundamentales de su riqueza; si bien en algunas se ha extendido el valor de la historia al convertirlas en museos, galerías o espacios de apreciación, muchas otras parecen haber sido olvidadas.
La directora del Centro Regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Rosa Estela Reyes García, comenta que junto con el gobierno municipal le han dado seguimiento a las casas abandonadas en el centro, sostiene que en 2017 había 59, después fueron restauradas unas, pero aparecieron otras.
“De estas 59 abandonadas del 2017, 13 se restauraron, pero aparecieron 19 nuevas que también están abandonadas, total ahorita ya tenemos 62 ahorita en el 2019, de 59, menos 13, más 16, ya tenemos 62, entonces, parece que bajan y luego vuelven a subir, porque aparecen nuevas, restauran unas y aparecen otras que ya están deterioradas”.
Comparte que de los 62 inmuebles abandonados, seis son los que representan mayor riesgo por su situación de deterioro, entre estos se encuentran tres en la calle Mariano Escobedo y el número 71 en Nicolás Campa, refiere que a su interior no hay muros lo que podría provocar su desplome.
“Entonces la fachada que es lo único que queda se puede desplomar porque ya no hay nada que la detenga, con las próximas lluvias puede pasar, y si se desploma para adentro pues por bueno, yo creo que el dueño lo que quiere es que se desplome para que el INAH no le obligue a conservar el partido arquitectónico, muchas de estas acciones de los dueños es dejarlas que se pierdan porque quieren hacer estacionamientos, o porque quieren hacer un hotel o porque quieren hacer algo en dónde el INAH no les obligue, entonces las abandonan, es otro de los fenómenos”.
El director de la Coordinación de Protección Civil del municipio de Querétaro, Carlos Rodríguez Di Bella, alerta sobre los riesgos que representan estas casonas como es el colapso de estructuras o los incendios, los cuales pueden afectar a otras edificaciones.
«Lamentablemente el riesgo mayor es un riesgo de colapso de estructuras, y finalmente es un peligro, pero se vuelve un riesgo cuando hay personas al interior, el riesgo es la pérdida de vidas humanas, ese principalmente, o en su caso también incendios, si es que llega haber algún tipo de material combustible acumulado al interior de estas casas, que alguna persona mal intencionada inicie un fuego y bueno, pues lamentablemente se pierda la estructura o que también por los mecanismos de conducción del fuego, se pueda llegar a presentar daños en las calles o en las viviendas aledañas».
Pese a que el INAH y el municipio están al tanto de la situación de las viviendas, explica que las autoridades no pueden hacer intervenciones pues en la mayoría de los casos hay ausencia de los propietarios, y de ejecutar reparaciones, estas serían a costa del erario público, lo cual no sería justificado.
«El problema es que en muchas de las casonas no tenemos detectados a los dueños, no los hemos podido identificar, entonces, realizar una intervención de reparaciones o una restauración, sería a costa del erario público y no estaría justificado un gasto de ese tamaño, toda vez que las propiedades no son del municipio (…) solamente en cuatro (se ha identificado a los dueños), mismos que ya han sido identificados», apuntó.
Carlos Rodríguez, indica que es necesario localizar a los dueños de las viviendas para que estas puedan ser restauradas, y afirma que es en coordinación con el INAH que se pretende conminar a los propietarios a asumir su responsabilidad.
Sobre las propuestas y acciones, Rosa Estela Reyes, expresa que con el objetivo de hacer frente a esta problemática y pulir a lo que ella denomina «tesoros» del Centro Histórico, ha presentado una propuesta a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Estado, para que con la suma de esfuerzos se impulse un programa piloto de rescate de casas abandonadas.
“20 abandonadas en dónde el registro público de la propiedad busque al dueño, venga el dueño… y algunos dirán no me interesa, sí me interesa, vamos a encontrar 20 problemas diferentes y ver cuáles se pueden resolver y entonces dar soluciones, pero ir más allá que simple y sencillamente tenerlas ubicadas y monitoreadas, sino ofrecer una solución de mayor alcance”.
El programa también contempla incluir seis casas habitadas por familias de bajos recursos, para que con apoyo de las autoridades puedan ser apuntaladas.
La conservación de la belleza e identidad del Centro Histórico requiere del trabajo conjunto de los tres niveles de gobierno y de la voluntad de los ciudadanos para contribuir en la causa.
