Hay quienes piensan que por el simple hecho de ser mujer eres chismosa, pero no es así. Puede que te guste el cotilleo, pero no tiene nada que ver con tu sexo.
Un nuevo estudio de la Universidad de California en Riverside ha derribado el mito de que las mujeres somos chismosas casi casi por naturaleza.
El estudio descubrió que, en efecto, las mujeres tendemos a hablar de más personas que no están en el mismo espacio que nosotras, sin embargo, ‘compartir información’ no es precisamente malo si lo que se comparte no es negativo o no afecta a los demás. No como los peores chismes que encontramos en Internet.
Para llegar a esta conclusión, Megan Robbins -profesora asistente de psicología- y Alexander Karán, un alumno graduado, recopilaron datos de 467 personas en cinco estudios. El grupo estaba compuesto por personas de 18 a 58 años, con 269 mujeres y 198 hombres. A cada participante se le asignó un dispositivo de escucha que registraba el 10% de sus conversaciones durante el día.
El siguiente paso era analizar el contenido de las pláticas para saber qué tanto de eso era chisme, y si era positivo, negativo o neutral.
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Los resultados revelaron que hombres y mujeres echaban el chisme por igual. Del total de las conversaciones se descubrió que el 14% fue clasificado de tal manera, sin embargo, la mayoría de los chismes eran neutrales.
La investigación también reveló que la difusión de chismes no está relacionada con la educación o el nivel socioeconómico, lo que sí se encontró es que las personas más jóvenes cuentan más chismes negativos que las personas mayores y que al día dedicamos en promedio 52 minutos a esta actividad.
Vía GYPHY
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