Barcelona quebró los pronósticos basado en estadísticas históricas; ganó en Old Trafford por primera vez en su historia en competiciones de la UEFA, y lo hizo no con un gol suyo, sino con un autogol del Manchester United, Luke Shaw, en el partido de ida de Cuartos de Final de la UEFA Champions League.
Primer aviso de peligro y acabó en gol. Fue un pase dentro del área de Lionel Messi, de izquierda a derecha, que remató Luis Suárez, pero que Luke Shaw desvío apenas para que se registrara como autogol, previo a revisión del VAR por supuesto fuera de juego.
Fue el 0-1 para el Barcelona, que no sólo aguantó la ventaja hasta el descanso, sino que fue el que más generó peligro, con Coutinho lanzado a frente y que con fogonazo puso a prueba a De Gea, quien estiró las piernas y tapó la pelota.
Manchester United estaba extraviado, pocas veces se le vio rebasar el medio campo, y cuando lo hizo quedó en ridículo por el remate de cabeza totalmente perdido de Diogo Dalot a pase de Ashley Young con el que parecía cantarse el empate al encontrarse dentro del área, pero el 1-1 no llegó.
En el segundo tiempo Barcelona tampoco cedió la pelota al Manchester United. Todo el tiempo era a favor del cuadro catalán, incluso hasta para que Messi se diera tiempo de atarse las agujetas previo a un cobro de tiro libre directo.
Al 51’, Rashford, una de las esperanzas ofensivas del Manchester United, decepcionó con un remate con la rodilla que mandó el balón muy desviado de la portería. Después sería del otro lado, al 64’, con un tiro de Luis Suárez por derecha que golpeó las redes, pero por la parte de fuera.
No hubo reacción por parte del Manchester United, volvieron a perder en casa en fase final de esta temporada de Champions League y la vuelta, en Camp Nou, luce complicada una hazaña como la realizada frente al Paris Saint Germain en Octavos de Final. La calidad y la ventaja en el marcador está del lado del FC Barcelona.
