Mejor imposible. Ignacio Garibay tuvo una emotiva despedida de la Plaza Santa María de Querétaro al ser el gran triunfador de la tradicional corrida de Navidad al cortar cuatro orejas a los astados de “De la Mora” para salir a hombros del coso queretano.
Al diestro capitalino, avecindado en Querétaro desde hace más de 10 años, lo acompañó en su triunfo el rejoneador español Diego Ventura, quien también tuvo una excelente tarde al cortar tres apéndices y también salió a hombros; mientras que Jerónimo tuvo una mala tarde.
Nacho Garibay estuvo en plan grandes con sus dos astados; su primer enemigo fue “Queretano” al que le cuajó una gran faena variada con mucho temple, el capitalino lo disfrutó desde la primera tanda por la derecha, rubricando la faena con dosantinas, mató con estoconazo contrario y tendido, siendo premiado con dos orejas.
Con el segundo de su lote, “Enamorado”, Garibay vestido en grana y oro, lo toreó con mucho sentimiento y emoción. Inició su trasteo en tablas de rodillas para arrancar los primeros óles, también ejecutó profundos naturales con “Queretano” con música de fondo y cerró su actuación con “las golondrinas” y con todo el tendido rendido a sus pies. Cerró su actuación con una estocada tres- cuartos, suficientes para matar al astado y cortar dos orejas más y salir a hombros del coso queretano en su corrida de despedida.
Por su parte Diego Ventura también tuvo una dulce navidad al rebanar tres apéndices, con “Bribón” cortó una oreja al realizar buena faena, toreando al estribo, además de dar vueltas de grados en la cara del toro, cerró su actuación dejando tres banderillas cortas en un palmo de terreno y con un rejón de muerte en buen sitio para cortar una oreja.
Mientras que con “Bandolero” el rejoneador ibérico puso al tendido vuelto loco con una gran actuación, eludiendo la embestida del burel al quiebro y dejando dos banderillas al violín, ya con la efervescencia a flor de piel, quitó las riendas al equino para controlarlo solo con sus piernas y ejecutar dos par de banderillas en los lomos del toro. Cerró la faena con rejonazo en todo lo alto para cortar dos orejas más.
Por último, Jerónimo no tuvo una buena tarde, al primer de su lote escuchó dos avisos, teniendo que matar a su astado con golpe de descabellos, y a su segundo enemigo, dejó un bajonazo para matar a su toro.
Por: Agustín Zepeda F.
Foto: Especial